Los cementerios son también lugares de interés turístico y de hecho existen varios cementerios en España de lo más singular. Dentro de la Ruta Europea de Cementerios se recogen algunos cementerios españoles tanto por su patrimonio artístico e histórico, como por albergar tumbas de personajes famosos. Los más singulares se localizan en Asturias, Cantabria, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía. Aunque aparece recogido el cementerio de Ciriego de Cantabria, en el listado en el que se echa de menos otro de los cementerios más curiosos de esta comunidad autónoma, el Cementerio de la Ballena de Castro Urdiales.
El cementerio de la Ballena en Castro Urdiales
El Cementerio de la Ballena fue proyectado en el año 1893 por el arquitecto cántabro Joaquín Rucoba y por Octavio de Toledo. Un proyecto que le fue encargado por el Ayuntamiento de Castro Urdiales en 1885 a fin de diseñar un nuevo cementerio que se ciñese a la normativa en higiene y salubridad y que tuviese una mayor capacidad que la del antiguo cementerio. Fue construido entre 1893 y 1935.
El cementerio se encuentra dividido en dos áreas. Una zona de antecementerio y el cementerio. Éste es de planta rectangular y está dividida en cuatro cuarteles con dos calles. Fue diseñado siguiendo el estilo ecléctico de momento, pudiendo encontrarse también ejemplos de corrientes como el neogótico, el clasicismo, el secessionismo vienés o el modernismo, entre otras. Además de encontrar se muy buen estado de conservación y ser uno de los mejores ejemplos de cementerio decimonónico de Cantabria, es reseñable la belleza paisajística del entorno en el que se hay enclavado: a las afueras del barrio de Urdiales, sobre un acantilado que se asoma al Cantábrico, en uno de los bellos paseos costeros de la ciudad. En 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural.
El panteón del Sel
El cementerio cuenta con varios panteones de gran belleza artística y decorativa realizados por artistas locales de la talla de Eladio Laredo o Leonardo Rucabado. Uno de los elementos más destacados dentro del Cementerio de la Ballena es el Panteón de la Familia del Sel.
Un curioso panteón diseñado por el arquitecto castreño Leonardo Rucabado (1875-1818) por encargo de la familia de su esposa, Emma del Sel Carranza. El diseño de Rucabado fue realizado en el 1909 por el escultor vizcaíno Francisco Cossío y Molina, autor también de las esculturas de la Estación de Tren de Atxuri de Bilbao. Éste último empleó mármol, bronce y piedra caliza de las canteras de Escobedo (Camargo) para la realización de este impresionante panteón.
Un ángel egipcio en el Cantábrico
Rucabado diseñó un conjunto utilizando una mezcla de estilos siguiendo las doctrinas de la Escuela Viena de Secession. Así, se destaca un espectacular ángel de estilo neo-egipcio, al que acompañan cuatro halcones, flores de loto y varios escarabajos, éstos últimos símbolos del renacer en la nueva vida en el Antiguo Egipto. El conjunto está constituido por un podio de aristas curvas guardadas por cuatro halcones encapuchados a modo de guardianes de las lápidas de los difuntos.
Todo está profusamente decorado y rematado por un obelisco y candiles. La figura del ángel, que parece acabar de descender sobre el panteón y proteger todo el conjunto con su majestuoso porte. Está vestida al estilo egipcio, siguiendo el modelo de los mitos del momento, la fascinante reina Cleopatra y Salomé. La cabeza está coronada con un tocado que representa a la diosa Nekhbet, representante del Alto Egipto; una pieza típica en la indumentaria de las reinas egipcias.
Una mezcla de estilos que tiene como colofón la cruz de estilo celta que corona el obelisco, los crismones paleocristianos que decoran el podio o las alfas y omegas. Una obra única y llena de gran belleza compositiva que convierte el Cementerio de la Ballena en una visita obligada para los amantes del arte Modernista.
Imagen: ©Ana María Rey