Dicen los expertos que la primera persona en acercarse al concepto de los agujeros negros oceánicos, fue sin duda Edgar Allan Poe. A través de su fantástico relato «Un descenso al Maëlstrom», nos explicaba lo inusual de este fenómeno real, del que ya te hablamos en Supercurioso, ahí donde un violento remolino marino ha engullido a más de una embarcación a lo largo del tiempo, en una especie de «embudo succionador».
Ahora bien, ¿son entonces esta especie de torbellinos marinos algo parecido quizá a los agujeros negros convencionales que todos tenemos en mente? La verdad es que resulta asombroso, pero en los últimos tiempos y debido sobre todo al cambio climático y al calentamiento global, los científicos están descubriendo la existencia de increíbles remolinos oceánicos.
Sus vórtices, no se habían advertido hasta hace muy poco, pero se intuye que comparten con los agujeros negros espaciales el mismo caos y la misma fuerza. Estamos seguros de que te apetece saber más sobre el tema…
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Agujeros negros oceánicos ¡Sí, existen!
Científicos como George Haller, de la Universidad de Zurich, o Francisco Beron-Vera, de la Universidad de Miami, nos dicen que hay potentes remolinos a lo largo de nuestro océano que pueden alcanzar los 150 kilómetros de diámetro. Su fuerza es abismal, tanto, que los comparan con los agujeros negros. Disponen de fortísimas barreras donde las partículas giran en en bucles cerrados, absorbiendo todo lo que encuentran.
El tema genera tanto interés que se ha creado incluso una complejísima técnica matemática mediante la cual, encontrar esos remolinos voraces en nuestros océanos, un trabajo que puede verse en el «Journal of fluid Mechanics«. Según estos investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, en los últimos años donde más han podido apreciarse este tipo de remolinos tan violentos es en el Océano Antártico. ¿La razón? Por la fusión del hielo a causa del calentamiento global, algo que sin duda nos debe hacer reflexionar.
Ahora bien, ¿por qué principios, datos o conceptos pueden llegar a equiparar los agujeros negros espaciales con estos torbellinos del océano? Las variables a tener en cuenta serían las siguientes:
- Un agujero negro es una región finita del espacio donde se halla una gran concentración de masa, que a su vez, genera un campo gravitatorio donde nada puede escapar ni siquiera la luz.
- Un remolino oceánico es una es una región finita del mar donde se halla una gran concentración de masa, que a su vez, genera un campo giratorio tan intenso donde nada puede escapar, ni siquiera el agua.
- Los remolinos oceánicos son estables al igual que los agujeros negros. De hecho, se sabe que a lo largo del sureste de África existe uno que es constante desde hace más de un año. Son capaces de engullir desde microorganismos como el plancton hasta plásticos y, por su puesto, agua.
¿Quiere decir esto que deberíamos asustarnos? ¿Que puede emerger en un momento dado uno de esos torbellinos cuando nos encontremos por ejemplo en un crucero? Los científicos nos tranquilizan afirmando que se hacen vigilancias desde los satélites. A día de hoy se tienen controlados y vigilados unos 7. No obstante, debido a las corrientes marinas, y a la diferencia de temperaturas de las aguas al chocar unas más cálidas con otras más frías, está originando que poco a poco, existan más.
Estaremos pues pendientes de todas estas interesantes informaciones sobre los agujeros negros oceánicos. Mientras, te invitamos a que descubras con nosotros el Pozo de Thor, una puerta al fondo del mar.