El “cofundador anónimo” de Apple no tuvo mucha confianza en su propia empresa, por lo que un día decidió vender su parte por tan solo 800 dólares. De no haberlo hecho, hoy sería uno de los hombres más ricos del mundo.
El cofundador anónimo
Ronald Wayne, mejor conocido como el “cofundador anónimo” de Apple, es el hombre que perdió 60.000 millones de dólares cuando decidió vender el 10% que le correspondía por la compañía que fundó junto a Steve Jobs y Steve Wozniak.
La historia comienza el 13 de Abril de 1976 cuando Wayne conoce a una promesa de la informática, Steve Jobs. En ese momento ambos trabajaban en la empresa fabricante de video juegos Atari, cuando Jobs convenció a Wayne para incorporarse al proyecto de Apple.
Wayne es el tercer y menos conocido cofundador de Apple; de hecho, es quien realiza el primer logotipo de la empresa, se trata de un dibujo de Isaac Newton debajo de un manzano. Cuando Jobs decidió incorporar a Wayne al proyecto, su objetivo principal era evitar problemas en las tomas de decisiones durante las votaciones de la junta directiva, razón por la cual le cedió 10% de las acciones de Apple.
Pero esta historia no tuvo un final muy feliz para Wayne, quien no tuvo la suficiente confianza en sus otros dos compañeros, Steve Jobs y Steve Wozniak, ni en el proyecto que estaba naciendo. Bajo este panorama, Ronald decidió continuar trabajando como ingeniero en Atari y vender el 10% de sus acciones tan solo 11 días después de haberlas adquirido. Lo más sorprendente es la suma por la cual las vendió, tan solo 800 dólares.
¿Una mala decisión?
Si Ronald Wayne no hubiera vendido ese 10% de las acciones de Apple, sería hoy en día uno de los hombres más ricos del mundo. Se estima que su fortuna podría rondar alrededor de 60.000 millones de dólares.
Probablemente Wayne encabezaría la lista Forbes de los hombres más ricos del planeta, lista que hoy en día es liderada por el estadounidense Bill Gates con 79.200 millones de dólares y por el mexicano Carlos Slim con 77.000 millones.
Sorprendentemente, Ronald Wayne ha declarado que no está arrepentido de la decisión que tomó hace tantos años. Es un hombre realizado y su felicidad no depende de la cantidad de dinero que tenga en su cuenta bancaria.
Y tú, ¿qué opinas? Si estuvieras en la posición de Wayne, ¿estarías arrepentido?