Desde tiempos muy antiguos podemos encontrar numerosas referencias a uno de los problemas que más preocupa a la sociedad: el mal aliento. Descubre junto a nosotros cómo ha sido abordada esta patología por parte de las diferentes sociedades a través de los años.
Una referencia muy antigua
La mayoría de las referencias que se tiene con respecto al mal aliento o halitosis están enfocadas hacia los problemas sociales, culturales y matrimoniales que el mismo traía. No es sino hasta 1874 cuando se establece como un problema médico y comienza a investigarse sus causas y posibles soluciones con un carácter más científico.
Muchos escritores de la antigüedad hacen referencia a cómo el mal aliento podía afectar profundamente a las personas dentro de la sociedad, incluso a sus relaciones personales. Es así como el dramaturgo Tito Mácio Plauto (230-180 a.C.) hace referencia a este problema a través de una persona que divulga y cesura el mal aliento de su esposa:
“Preferiría beber agua de la alcantarilla que besar a mi mujer”
En casos más extremos existieron sociedades que consideraban el mal aliento como una causa suficiente para anular un matrimonio. Tal es el caso del Talmud, un tratado judaico cuyo contenido es primordialmente normas y leyes de índole religiosa y civil, pues bien, en dicho tratado pueden encontrarse registros de más de 2.000 años que establecen la anulación del matrimonio si alguno de los cónyuges posee mal aliento.
Uno de los médicos más famosos de la antigua Grecia, Hipócrates de Cós (460-377 a.C.), consideraba que el aliento era el reflejo de la personalidad, valores y moral de una persona. Por tal razón aseveraba que el aliento de todos los jóvenes griegos debía ser fresco y dulce, fue así como inventó un enjuague bucal a base de vino, anís, mirto y semillas de eneldo.
El buen aliento y la oración
También podemos encontrar algunas referencias a la importancia de tener un aliento fresco en las mañanas antes de las oraciones. La teología islámica hace énfasis en utilizar un “miswak” o palo de madera, especialmente en los períodos de ayuno. Inclusive, hay referencias sobre cómo el profeta Muhammad llegó a expulsar del templo a un fiel por su terrible aliento a ajo.
Para los hindúes también es muy importante mantener un aliento fresco a antes de las oraciones, y es que ellos consideran a la boca como la entrada del cuerpo, por lo cual es importante mantener siempre su pureza.
Desde la antigüedad y hasta nuestros días los monjes budistas japoneses consideran necesario una buena limpieza bucal, incluyendo la lengua, como clave para mantener el buen aliento antes de las oraciones matinales.
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