A todos siempre nos han fascinado las curiosidades de la naturaleza, sobre todo los animales curiosos, no obstante, existen cosas inimaginables, como los árboles secuoyas. Se suele decir que estos son los árboles más grandes y extraordinarios de nuestro planeta, que estando ante ellos uno se siente tan insignificante como humilde ante su fascinante esplendor. Son los titanes más viejos de la naturaleza, ellos quienes han visto avanzar toda la historia de la humanidad, atendiéndonos desde sus alturas como dioses tranquilos que no temen al tiempo. En Supercurioso hemos escuchado mitos sobre los árboles secuoyas y hoy vamos a descubrirlos. ¿Quieres saber más? ¡Acompáñanos! 🙂
Árboles secuoyas, dioses de las alturas
La historia de los árboles secuoyas se remonta a siglos atrás. Conocidos por su nombre científico; sequiadendron giganteum, también llamados secuoyas rojas o de California; estos son considerados los dioses del cielo y de la tierra. Son árboles del grupo de las coníferas que se alzan no solo como los árboles más grandes del mundo, sino también como unos de los árboles más viejos de la Tierra. Hoy en día tenemos ejemplares que tienen más de 2000 años, maravillas de los bosques que diariamente reciben cientos de visitas, ojos expectantes que no dejan de admirarse por su espectacular grandiosidad.
Un aspecto curioso sobre su denominación como árboles secuoyas es que esta terminología fue dada por el jefe Cheroqui Sequoyah, indios que habitaban originalmente en las zonas más altas de California y Oregón, allí donde crecen estos fabulosos árboles, ¡seres vivos que pueden alcanzar nada más y nada menos que los 100 metros de altura o incluso más!
Los árboles Secuoyas no solo son típicos de esta zona estadounidense, también podemos verlos en España, en comunidades como Madrid, Segovia y Pontevedra; esta última comunidad por ejemplo dispone de un espectacular ejemplar en el Castillo de Sotomayor, y por último unos cuantos más en parques nacionales de España.
Si bien toda la naturaleza tiene un atractivo que nos embelesa y seduce, los árboles secuoyas no atraen no solo por su magnificencia en las dimensiones, también porque son árboles exquisitamente bellos, los troncos de los secuoyas son rojizos y gruesos, con hojas de intenso color verde salpicados de pequeñas hojas… Con esta información en mente, acompáñanos a conocer algunos de los datos curiosos de los árboles secuoyas.
Datos curiosos de las secuoyas
1. El grosor de su corteza
Si alguna vez has visto los edificios más altos del mundo te darás cuenta de que su estructura debe ser fuerte y muy estable; de la misma manera sucede con los árboles secuoyas: su tronco debe ser tan ancho como este quiera crecer. Existen evidencias de troncos de más de 15 metros de diámetro y por lo menos 60 cm de espesor en la capa externa de su corteza. ¿Impresionante, verdad?
2. No se pueden quemar
Sí, sabemos que te sorprende; pero lo cierto es que los árboles secuoyas dependen de los incendios para regenerarse. En otras palabras, no solo puedes sobrevivir a los incendios forestales, sino que también prosperan cuando este termina. El calor que produce el incendio hace que la tierra se abra más, por lo que se convierte en la oportunidad perfecta para que el árbol riegue sus semillas y las deje caer. Asimismo, la ceniza es rica en nutrientes sirviendo como abono y fertilizante para la próspera germinación de la secuoya.
3. ¿Son inmunes?
Existen numerosas amenazas naturales, eso está claro, pero para los árboles secuoyas pareciera que estas no existieran. Los árboles más altos del mundo son muy resistentes a las enfermedades y todo esto se debe a la alta concentración de tanino que tienen, este es un compuesto químico insoluble que «defiende» al árbol de cualquier tipo de mal, desde los hongos hasta los ataques de insectos. ¿Será esta la razón por la que pueden vivir tantos años?
4. El árbol más longevo
Como te comentábamos anteriormente, los árboles secuoyas pueden llegar a ser realmente longevos; algunos dicen que incluso antes de que celebraran los primeros Juegos Olímpicos o se construyeran las primeras pirámides en México, el secuoya que actualmente es catalogada como el más antiguo ya había comenzado a crecer. Aunque estos son tan solo rumores, lo cierto es que de acuerdo con estudios científicos, se establece que el árbol más longevo de este tipo tiene al rededor de 3200 años, y se encuentra ubicado en el parque estatal Prairie Creek Redwoods en California. El equipo científico establece que a pesar de su vejez, el gigante no ha terminado su formación «adulta». ¡Sorprendente y cautivador!
5. El gran problema
No todo puede ser bello en esta historia, y como ya debes suponer hay un factor importante que año tras año hace que los árboles secuoyas vean reducida su población; se trata de la tala ilegal de los árboles. Como te darás cuenta, los secuoyas al ser árboles tan robustos y altos, tienen la capacidad de producir madera de la mejor calidad y en gran cantidad. Es justamente por este motivo que numerosas personas se han internado en los bosques (donde aún algunos árboles crecen sin protección) para talarlos sin piedad alguna. El mayor problema de esta actividad es el tiempo en el que un árbol secuoya puede durar madurando, esto se traduce en siglos y siglos de tiempo perdido.
Secuoyas famosos
En el Parque de Yellowstone en Estados Unidos, disponen de un imponente ejemplar de nada más y nada menos que 145 metros de altura. Es una de las atracciones más clásicas del parque, un escenario donde suelen rodarse muchas películas.
Otro ejemplar impactante es el llamado General Sherman, situado en el Sequoia National Park. A pesar de no ser especialmente alto, 83, 8 metros, se le considera el ser vivo con mayor biomasa de la Tierra. El perímetro de su tronco es inmenso, casi 31 metros, lo que le otorga según los expertos unos 1486, 6 metros cúbicos. Casi como una ballena que hubiera salido del océano para erigirse en el bosque.
Otro de los árboles secuoyas roja es Lost Sherman que dispone de 98 metros de altura y está en el Parque Nacional de Redwoods. Está situada en el conocido Bosque de los Titanes, ahí donde se hallan otros ejemplares igual de grandiosos. A lo largo de California y Oregón podemos encontrar otros árboles insignes de esta raza como el General Grant, President, Stagg, Genesis o King Arthur, todos rondan los 80 metros de altura, y muchos están emplazados en bosques que los biólogos no quieren hacer público para que los curiosos, no alteren esos hábitats singulares y protegidos donde estos maravillosos árboles secuoyas siguen creciendo en silencio y en solemnidad.
Quienes ven en persona a estos seres, no alcanzan nunca a ver la cúspide de sus ramas. Por mucho que alcemos la cabeza sus copas se adentran en la inmensidad del cielo como gigantes capaces de atisbar aquello que a los humanos no nos está permitido. Nosotros solo podemos abrazarnos a sus gigantescos troncos de tono rojizo y madera áspera, cálida y reconfortante. Ahí donde las Secuoyas nos susurran quizá el secreto de su longevidad. Si quieres saber más sobre las bellezas de la naturaleza, te invitamos a descubrir qué son los baobabs, el árbol asombroso del mundo de El Principito.