Ya la exclusividad de los animales que pueden mantener permanentemente su temperatura igual o por encima de la del medio ambiente no es distinción de aves y mamíferos, pues al club acaba de incorporarse un pez de aguas profundas que suele encontrarse en Australia y Estados Unidos: el opah, también conocido como pez luna.
El descubrimiento en cuestión
El descubrimiento se anunció en mayo de 2015, en un estudio publicado por los biólogos Nicholas Wegner y Owyn Snodgrass, del Southwest Fisheries Science Center (La Jolla, California) de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), quienes detectaron una formación inusual en las branquias, donde la sangre toma el oxígeno, y donde notaron que la sangre caliente envolvía la fría, actuando como una especie de aparato de calefacción.
El opah calienta la sangre con el accionar de sus aletas y ésta calienta el resto cuando llega a las branquias, permitiendo al pez mantenerse hasta 5º C por encima de la temperatura ambiente, obteniendo así una ventaja evolutiva sobre sus presas de sangre fría. Las temperaturas frías de las profundidades hacen que los animales que no pueden regular su temperatura corporal se muevan más despacio que los de sangre caliente, lo que los convierte en presas relativamente fáciles.
Una sorpresa entre animales de sangre fría, aunque no tanto
Es llamado “pez luna” por su forma casi redonda y por ser aproximadamente del tamaño de una llanta de un automóvil pequeño. Su nicho o ecosistema se encuentra en las aguas frías, y en profundidades que oscilan entre los 50 y 500 metros, donde puede moverse sin que su temperatura corporal varíe notablemente.
Aunque hasta ahora es el primer pez de sangre caliente descubierto, otros peces pueden mantener calientes zonas parciales de su cuerpo, como los atunes y tiburones. Los tiburones pueden calentar sus músculos en aguas frías para acelerar su velocidad, pero no pueden caldear sus órganos internos, por lo que eventualmente deben buscar aguas más calientes.
Para la realización de este estudio varios ejemplares fueron marcados y posteriormente seguidos con satélites, y fue así como pudieron registrar que el opah variaba sus profundidades sin variar su temperatura.
La NOAA también registró un incremento en años recientes de la pesca y captura de este extraordinario pez; aún no tienen una explicación para los cambios de temperatura que el opah puede efectuar en su cuerpo, y por ello siguen estudiándolo.
Nuestro mundo está lleno de cosas y animales sorprendentes, como éste, que es el más raro del océano.