Es seguro que la mayoría de la gente se sentiría cómoda imaginando un mundo sin tiburones. Tanto si eres un surfista que pasa todo el tiempo explorando las aguas entre depredadores o un bañista ordinario que ha experimentado el terror de las carreras de velocidad hacia la costa cuando un socorrista sopla el silbato, la mayoría de nosotros entraría en el mar más tranquilo sabiendo que no hay ningún martillo, punta negra o tiburón toro patrullando las aguas abajo. La verdad es, sin embargo, que los necesitamos más de lo que pensamos.
Humanos vs. Tiburones
Los tiburones mataron a 10 personas en 2013. Los seres humanos, por el contrario, exterminan la población de tiburones con números que van desde los 30.000.000 hasta los 70.000.000 cada año. La disminución constante de tiburones parece estar teniendo un efecto devastador en el ecosistema acuático. Esto se debe a que la falta de tiburones rompe la cadena alimentaria que ha sido una forma de vida bajo el mar durante cientos de millones de años.
Cadena alimenticia
Los tiburones son depredadores. Eso significa que se encuentran en la cima de la cadena. Comen peces más pequeños, como el atún, que a su vez se alimenta de especies aún aún más pequeñas, como vieiras, que sobreviven en gran medida a base de algas. Sin tiburones para mantener equilibrada la población, esas algas que comen las vieiras serían eliminadas por sus depredadores naturales, y así continuaría con el resto de las especies como un dominó gigante.
Un océano libre de tiburones también cambiaría la forma en que otras especies marinas se mueven alrededor. Las presa de los tiburones ya no estaría obligadas a nadar por zonas remotas para vivir y reproducirse. Esto se debe a que no tendrían que estar constantemente mirando por encima del hombro para ver si están en el menú del almuerzo de algún tiburón.
En nuestra cazuela
Si eso no es suficiente para convencerte de que los tiburones tienen que estar aquí para quedarse, pensad en vuesto propio estómago. Sin tiburones para ayudar a controlar la población bajo el agua, los peces de tamaño mediano estarían libres para comerse parte de la vida marina que normalmente habría llegado a tu plato. Eso es exactamente lo que ocurrió en la costa de Carolina del Norte, donde el exceso de pesca de tiburones hizo que fueran menguando las poblaciones de vieiras, ostras y almejas.
Los ecologistas dicen que una escasez repentina de depredadores como el tiburón toro, grandes tiburones blancos y martillo dio lugar a un aumento en el número de un tipo de manta raya más pequeña. Esas criaturas pasaban sus días merendándose a algunos vecinos que, de lo contrario, habrían acabado en la barra de algún bar.
Si eres un fanático de los tiburones, ¡no te pierdas estos siete tiburones de pesadilla! ¡Su aspecto es impactante!