Anteriormente, en Supercurioso, te hemos hablado de por qué no existen alimentos azules, en esta ocasión queremos hablarte de un curioso caso que ocurrió en Francia en 2012.
El descubrimiento de los apicultores de Alsacia
Ribeauvillé es una pequeña población del Departamento del Alto Rhin en Alsacia (Francia). En esta zona agrícola una parte de la población se dedica a la apicultura, produciendo una miel de gran calidad.
En 2012 cuando los apicultores fueron a recoger la miel de sus abejas, vieron asombrados que ésta, en lugar de su habitual tono dorado, era de color azul. Es más, el preciado néctar no sólo presentaba ese inhabitual color sino que también recolectaron miel roja y verde.
Una docena de apicultores se pusieron de acuerdo para iniciar una investigación sobre el terreno y resolver el misterio de la miel azul. Estaban muy preocupados ya que, aunque el sabor de la miel no se había visto alterado, con esa coloración era imposible venderla.
Visitaron todas las zonas que las abejas podían alcanzar en sus vuelos y al final dieron con la solución.
La resolución del misterio
Al parecer las abejas, golosas, abandonaron los campos en los cuales libaban habitualmente y se dirigieron a una fábrica de la zona. Os preguntareis por qué, pues porque en esa industria se produce gas metano a partir de residuos orgánicos y a ella llevaban los fabricantes de los populares M&M’s sus envases utilizados. En estos contenedores quedaban restos de los azúcares de colores de las cubiertas de los chocolates. Las abejas parece ser que preferían las golosinas a las flores o simplemente, manchaban sus patitas con los coloridos desperdicios, trasladando después el tinte a la miel.
Los recipientes se almacenaban al aire libre y sin ningún tipo de tapa y, naturalmente, las abejas atraídas por el dulce, se acercaban sin ninguna dificultad a los restos que esperaban ser reciclados.
Las consecuencias y soluciones
Además de obtenerse una miel invendible por su color se produjo otra terrible consecuencia: los azúcares de las golosinas, al no ser su alimento habitual, parece que produjeron en las reinas un bloqueo en la puesta de huevos, quedando así amenazada la continuidad de un centenar de colmenas.
La empresa Mars, fabricante de los riquísimos M&M’s, se comprometió a no enviar más envases sin tapa. A su vez, la industria transformadora de gas metano, construyó unos hangares para que se guardaran en ellos los deshechos azucarados que esperaban ser reciclados.
No sabemos realmente que opinan las pobres abejas, ¿prefieren las flores o los M&M’s? ¿Y a ti? ¿Te gustan más las chocolatinas o la miel?
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