El cuerpo humano está lleno de misterios. Desde las estructuras celulares que nos conforman hasta lo que significa el pensamiento lógico y abstracto, todo en nosotros es impresionante.
Por ejemplo, la saliva, tan presente en nuestra vida y a la que casi nunca prestamos atención. Pensando en ello, aquí en Supercurioso decidimos traerte algunos datos interesantes sobre ella.
1. Está compuesta por agua en un 99%
Su composición es similar a la del plasma sanguíneo. Es prácticamente agua, pero también es una mezcla de fluidos que incluye secreciones de las glándulas salivares menores y mayores, fluido gingival crevicular (el producido entre la encía y el diente), secreciones nasales y bronquiales, restos alimenticios, productos bacterianos y víricos, células epiteliales descamadas…
2. Mucha saliva
Un adulto normal segrega entre 1 y 1.5 litros al día, a un ritmo aproximado de 0.4 mm por minuto estando en reposo, y 2 en estimulación.
Si produces menos de la mitad, tal vez sufras de xerostomía (síndrome de la boca seca). Los hombres producen más que las mujeres, generalmente; por la noche la producción es mucho menor, y por la tarde es cuando se produce más.
3. La mejor protección
La saliva contiene gran variedad de agentes antimicrobianos, proteínas, carbohidratos y electrolitos, y todo ello contribuye a facilitar los procesos de cicatrización y la integridad de las mucosas. Si no tienes saliva se te irritarían los tejidos blandos de la boca aumentando los riesgos de infecciones y de caries.
Y en cuanto a las encías, la resequedad incrementa la placa bacteriana, así como la gravedad de la enfermedad periodontal.
Protege nuestros dientes porque regula el pH y neutraliza los ácidos generados por la fermentación de los alimentos, y además facilita la remineralización dentaria por su contenido de calcio y fosfatos.
Y como producimos menos saliva por la noche, resulta muy importante cepillarse los dientes antes de dormir, pues en este período la protección será menor.
4. Sentido del gusto
Haz un experimento con los ojos vendados: sécate la lengua con una servilleta y luego prueba un alimento. No te sabrá a nada. Ahora bebe un poco de agua con el alimento, y notarás cómo percibes el sabor. Los ojos vendados evitarán que tu cerebro te engañe con la información visual.
Esto ocurre porque los receptores químicos de las papilas gustativas sólo funcionan en un ambiente líquido. La saliva se encarga de humedecer estos receptores para que realicen correctamente su función.
Además lubrica nuestra boca y prepara el bolo alimenticio para la posterior digestión. Al masticar, la boca produce saliva.
5. La dentición en los bebés no tiene que ver con el exceso de salivación
La dentición y la salivación son dos hechos independientes. Cuando los bebés cumplen aproximadamente 4 meses de vida comienza a funcionar la glándula parótida –que produce mucha cantidad de saliva–.
Lo que ocurre es que los niños no son capaces de tragarla hasta aproximadamente los 4 años de edad, por eso babean.
6. ¡Deshidratado!
La saliva también funciona como un indicador de deshidratación, pues al disminuir su producción se activa la señal de alerta del organismo y se produce la sensación de sed, así bebemos agua para mantener el equilibrio hídrico. La sensación de sed comienza cuando el cuerpo pierde el 1% de su agua.
Por otro lado, en Estados Unidos se creó el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Biociencia Salival (CISBR), de la Universidad de Akron; este Centro publicó un informe súper interesante sobre este fluido corporal:
7. Todo nuestro ADN en una gota de saliva
¿Has visto esas series tipo CSI, donde a los sospechosos les pasan un hisopo por dentro de la boca para recoger su ADN? No es mentira, en la saliva está nuestro código genético completo, incluso de ella se puede extraer mucho más fácilmente que de cualquier otro elemento. Y basta una pequeña cantidad, la mitad de una gota; se puede congelar y descongelar varias veces y por ello es la mejor fuente para analizar genéticamente a alguien.
8. El corazón y la saliva
Las cardiopatías son una de las principales causas de muerte a nivel mundial, sin contar con que un tercio de las veces ni siquiera sabían que sufrían hipertensión o de colesterol alto.
Sin embargo, en el CISBR descubrieron que la saliva puede sustituir a la sangre para hacer análisis, pues en ella se pueden encontrar altos contenidos proteicos, especialmente una proteína, crucial para el estudio de las cardiopatías. Se trata de la proteína C-Reactiva, que abunda en la saliva cuando hay problemas del corazón.
Los investigadores señalan que la simplicidad del examen hará que la gente esté más dispuesta a realizarse este tipo de pruebas, por lo que es sensato pensar que las personas se controlarán mejor.
9. El cortisol, la saliva y el estrés
Cuando una persona está sometida a factores de estrés, como conflictos emocionales o tensión, se presenta en la saliva un mayor grado de cortisol. Estos científicos descubrieron que, por ejemplo, en la pubertad, cuando una chica o un chico discuten con los padres, crecen en un ambiente hostil o tienen malas relaciones, su saliva muestra mucho más cortisol.
Y otra parte interesante de este descubrimiento fue la constatación de que al desahogarse con amigos, al plantear sus inquietudes en algún grupo, los niveles de cortisol bajan.
De esta manera, el cortisol en la saliva es un indicador de que la persona está sufriendo y que probablemente responda mal a distintas situaciones en su vida, lo que tal vez rija su comportamiento futuro.
10. Estrés, embarazo y saliva
Cuando estamos estresados ocurre una descarga de adrenalina en el organismo; entre otras cosas, el ritmo cardiaco aumenta al igual que la salivación. En la saliva aparece una enzima llamada alfa-amilasa salival (conocida como sAA).
Esto resulta especialmente dañino en la mujer embarazada, ya que el feto puede verse afectado por los altos niveles de estrés de la madre. Las investigaciones sobre la saliva han logrado detectar los niveles de sAA en las embarazadas, y conociendo entonces las cantidades de esta enzima es posible evitar los riesgos y controlar la salud del bebé.
Ya ves, la saliva es realmente importante. Beber agua y cepillarte los dientes ayudará a mantener tu salud bucal.
Te invitamos a leer algunas curiosidades de la lengua.