¿Es posible que las cosas para las que originalmente fueron hechas tengan otros usos, igual de prácticos? Claro que sí, tal y como te explicamos en este post de Supercurioso.

Es el caso de los condones, que no sólo protegen de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, sino que también puedes usarlos para diversas cosas…

1. Como protector de armas

Desde la Segunda Guerra Mundial, los preservativos han sido utilizados no sólo por razones higiénicas… los soldados descubrieron un uso totalmente novedoso para mantener sus rifles limpios y secos: colocándolos en los cañones de sus armas.

guerra del golfo

Durante la Guerra del Golfo, el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña envió 500.000 unidades de preservativos camuflados a las tropas en Arabia Saudita, con el propósito expreso de proteger las armas de las arenas del desierto.

2. Para jugar a la pelota

Así es, los niños en Chimoio, Mozambique, usan los condones para elaborar balones de fútbol. Toman unos cuantos, los arrugan y anudan en una suerte de núcleo de goma, y luego los envuelven con trapos.

Los niños toman los preservativos de las clínicas de planificación familiar o de sus madres, para consternación de las autoridades de salud pública, quienes intentan en vano hacerles entender que los preservativos son herramientas eficaces para evitar enfermedades… y que los esfuerzos de distribución no tendrán resultado si los utilizan para hacer juguetes.

3. Pescar

Si dejaste en casa tu pequeña boya flotante en esa excursión de pesca, no te preocupes, sencillamente infla un condón, como hasta la mitad, átalo y ponlo en tu línea de pesca. Flotará en el agua perfectamente.

4. Juguetes antiestrés

Es muy fácil hacerlos, y si además te sientes un poco tenso, nada mejor para aliviar tensiones y preocupaciones.

Sólo necesitas harina de trigo y condones. Abre uno, estíralo un poco y a continuación echa la harina suficiente, hasta que el condón adquiera la consistencia que deseas. A continuación amarra la punta y ya tienes lista tu “bola antiestrés”, a la que podrás presionar de cualquier forma.

5. Ayuda para la ciencia

Tanto científicos como ingenieros de excavación usan los preservativos para proteger sus muestras y equipos. ¿Y sabías que los condones fueron importantes en la invasión a Normandía el Día D, en la Segunda Guerra Mundial? Pues sí, los ingenieros aliados usaron preservativos para recoger muestras de arena, que fue analizada para asegurarse de que, tanto tanques como vehículos, pudieran pisarla sin hundirse.

6. Impermeabilización

Los buzos muchas veces necesitan equipos submarinos de grabación; un hidrófono es uno de ellos, pero no todos los equipos cuentan con un hidrófono. Cuando no lo tienes, puedes recurrir a los condones e impermeabilizar un micrófono normal. Sólo tienes que cubrirlo con el preservativo. Y lo mismo funciona para otros dispositivos electrónicos pequeños, como teléfonos inteligentes, siempre y cuando ates el nudo súper bien para que no entre el agua. Incluso hasta podrías manejar la pantalla táctil del teléfono a través del condón.

7. Mantener secos los vendajes

Cuando tienes un brazo o una pierna vendados o con escayola –yeso–, es súper útil usar un preservativo para protegerlo del agua; la flexibilidad del condón le permite adaptarse tanto a un brazo como a una pierna y puedes colocarlo como si fuese una media o un guante.

La impermeabilización es completa.

8. Lograr el fuego

Aunque no lo creas, un preservativo es como una navaja suiza para hacer una fogata: si te encuentras en medio del bosque y necesitas un fuego, el condón protegerá la yesca de la humedad. También lo puedes utilizar como leña (aunque el olor a plástico quemado puede ser muy desagradable) e incluso llenarlo de agua y hacer las veces de lupa para enfocar la luz solar, y así generar fuego.

Y si todo falla, puedes usar el método de fricción torciendo el preservativo entre el dedo pulgar y el índice, lo que realmente acelera el proceso.

9. Ayudar a tejer

Tejer los saris, el vestido típico de la India, es todo un arte que ha sobrevivido desde la antigüedad. Sin embargo, la modernidad desbocada amenaza a esta industria más bien artesanal con las piezas hechas a máquina en China.

Para mantener el ritmo y poder competir, los tejedores de Varanasi frotan condones lubricados en los telares para tenerlos en constante y fluido movimiento. De hecho, los tejedores indios calculan que el uso de los preservativos les ahorra casi 4 horas por sari. También los usan para pulir los hilos de oro y plata en los saris ya terminados.

Ellos los prefieren porque el lubricante de los preservativos no mancha la seda y además porque los reparten gratis en los centros de salud.

10. ¿Saltar de un puente?

Pues sí. En 2008, un hombre sudafricano (considerado como un “buscador de emociones”) llamado Carl Dionisio, tejió una cuerda elástica de casi 30 metros con ¡18.500 preservativos!, con la cual saltó desde un puente.

carl dionisio

La elaboración de esta cuerda le tomó 4 meses y, según él, fue bastante difícil por lo resbaladizo de los condones. Afortunadamente, esta cuerda resultó eficaz y sostuvo su peso.

Con estos usos tan poco ortodoxos de los preservativos, llevarlos encima tiene otra connotación, ¿no te parece? Lee también la curiosa historia de los anticonceptivos.