Podría considerarse que la industria del libro se inició con la invención de la imprenta moderna por parte de Johannes Gutenberg aproximadamente en 1440, y con la impresión de la Biblia diez años después; y curiosa e irónicamente poco más de un siglo después, en 1564, se imprimió en Venecia el Index Librorum Prohibitorum, el Índice de Libros Prohibidos, por órdenes del papa Pío IV. Desde entonces, y hasta nuestros días, numerosos libros han sido perseguidos por razones religiosas, políticas y de “moral pública” desde puntos de vistas que varían y se oponen según la época y región del mundo. He aquí algunos ejemplos contemporáneos.
¡Asómbrate con estos libros PROHIBIDOS!
Insistiendo en el aspecto irónico de la censura, uno de los libros que pasó varias décadas prohibido en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS, parcialmente actual Rusia) fue precisamente la Biblia, proscrita durante treinta años, desde 1926 hasta 1956, es decir, durante todo el período de gobierno de Stalin y un poco más.
En la Unión Soviética estaba prohibido, por razones lógicas, La rebelión en la granja (Animal farm), publicado por George Orwell en 1945 y que satirizaba la revolución rusa y la dictadura de Stalin. El socialismo soviético cayó pero el libro de Orwell continúa prohibido en Cuba y China, pero también en Kenia (por criticar a los líderes corruptos) y en los Emiratos Árabes (por contener elementos que van contra los valores del islam).
Quizás el caso más emblemático de un libro prohibido y perseguido por razones religiosas sea el de la novela de Salman Rushdie, Los versos satánicos (1988), todavía prohibido en una veintena de países por considerarse ofensivo para Mahoma y el islam y que provocó una orden mundial de asesinato contra el escritor.
Un caso menos conocido, y casi humorístico, vendría a ser el de El Código Da Vinci (2003), de Dan Brown, prohibido en el Líbano desde 2004 por considerarse ofensivo a la religión cristiana. Y otro que seguramente te sorprenderá es el de las novelas de Harry Potter, de J.K. Rowling, prohibidas en varias escuelas cristianas del Reino Unido, por promover la magia y la brujería.
La “obscenidad” ha sido otro concepto utilizado para la persecución y prohibición de libros como Lolita (1955), de Vladimir Nabokov, prohibido también en el Reino Unido durante cuatro años; o de El amante de Lady Chatterley (1928), de D.H. Lawrence, prohibido durante 32 años. Por la misma razón estuvo proscrito en Canadá (26 años) y en Estados Unidos (31 años) Trópico de Cáncer (1934), de Henry Miller.
Cerremos este breve paseo por la intolerancia con dos libros sobre animales: El llamado de la selva (1903), prohibido en la Alemania nazi (1933-1945) por considerarse demasiado radical, y el clásico infantil La telaraña de Charlotte (1952), censurado en Kansas (Estados Unidos) en 2006 por considerarse blasfemo y antinatural que los animales hablasen.
En febrero de 1966 el papa Paulo VI suprimió el índice de Libros Prohibidos, sin embargo, cincuenta años después la libertad de expresión y de pensamiento, que son los principios involucrados tras la libre circulación de los libros, continúan viviendo tiempos peligrosos en distintas partes del mundo.
“Los libros nos vuelven locos” parece ser la excusa para evitar que la gente lea lo que le plazca. Como el Quijote, vale la pena volverse locos y disfrutar con el cuerpo y la mente el mundo que nos ofrece cada libro leído. Y, por supuesto, te recomendamos 2 libros extraordinarios, Kappa y Erewhon, que deberías conocer.