En la fe cristiana los objetos religiosos o reliquias religiosas se denominan a los restos de los santos después de su muerta. Las reliquias merecen un capítulo entero dentro de la historia de la Iglesia por el periodo de tiempo que llevan existiendo dentro de ella, se cree que el culto a los objetos religiosos inició en el Siglo IV. Por ellas se ha mentido, robado, matado o iniciado guerras. Las reliquias atraen a los fieles a las iglesias y santuarios y esto, a la vez, fomenta la fe.
Algunas, son reliquias raras conservadas por la Iglesia, otras son agradables de ver como: los cálices, los trozos de la cruz, o los sudarios. Sin embargo, existen otros objetos religiosos que son absolutamente antiguos y espantosos. En Supercurioso, queremos mostrarte algunas de las reliquias religiosas más antiguas, relevantes y espeluznantes en la historia de la fe cristiana. ¿Nos acompañas?
Los objetos religiosos más antiguos y espeluznantes
La fe no solo trata de lo invisible, de lo sobrenatural o espiritual, la fe también puede manifestarse a través de obras de arte religiosas y por qué no, de objetos antiguos religiosos como lo son las reliquias. La pasión por determinados objetos no se da solamente en el catolicismo, también hay reliquias militares, políticas, deportivas e incluso científicas. Queremos que sepas que los objetos religiosos que te mostramos aquí son objetos singulares que forman parte de la imagen cultural de toda la cosmovisión cristiana.
1. La cabeza de San Juan Bautista
Si te preguntas qué ver en Francia, probablemente la Catedral de Amiens sea un lugar infalible para visitar, no solo por su arquitectura sino también porque conserva uno de los objetos religiosos más impactantes en la historia de la humanidad. Estamos hablando de la cabeza de San Juan Bautista. Este objeto religioso antiguo hizo que la catedral se convirtiera en la Edad Media en uno de los puntos de peregrinación más importantes de toda Europa.
Según cuenta la historia, esta reliquia religiosa es considerada de Juan Bautista porque al cráneo le hace falta exactamente el trozo de astilla de la misma medida que está en otra reliquia también atribuida al santo. La cabeza de San Juan Bautista fue traída desde Constantinopla en el año 1206 cuando estaban en la cuarta cruzada, por un canónigo de Picquingny, llamado Wallon de Sarton.
2. La mandíbula y la lengua de San Antonio de Padua
Las reliquias religiosas de San Antonio de Padua, el Santo que ayuda a encontrar cosas perdidas (y si tienes fe, también puede encontrarte novio/a) puedes hallarlas en la Basílica de San Antonio en la misma ciudad de Padua. Al parecer el santo murió a los 35 años en 1231 y fue enterrado. A los 30 años de su fallecimiento, San Buenaventura lo desenterró para ver cómo estaba su cuerpo, encontrando que la lengua y la mandíbula habían estado intactas.
En algunos casos los santos o beatas pueden tener cuerpos incorruptos generalmente atribuidos a milagros, sin embargo, en el caso de San Antonio de Padua solo permanecieron incorruptas algunas partes de su cuerpo. A estos dos objetos religiosos se mandaron construir dos imponentes relicarios de oro para mostrárselos a los fieles. ¡Ambas reliquias están valoradas por una suma de 400 millones de dólares!
3. Recortes del cabello y las uñas de Santa Clara
Continuando con nuestra lista de objetos religiosos antiguos, encontramos unos que pueden llegar a ser muy extraños. En la Basílica y monasterio de Santa Clara de Asís podemos contemplar las reliquias de esta Santa seguidora de San Francisco. Consisten en dos relicarios, en el primero están los restos de las uñas de Santa Clara y en el otro, en forma de cofre transparente, mechones de sus cabellos. Por muy devoto que se sea de Santa Clara, esto es ¡muy, muy desagradable!
4. La cabeza de Santa Catalina
A Santa Catalina de Siena prácticamente la desmembraron y en muchos espacios litúrgicos se asegura que tienen partes de su cuerpo guardados como objetos religiosos muy valiosos. Fue desenterrada años después de su muerte y sus restos están dispersos por toda la geografía italiana. En Roma puedes ver el omóplato y una mano, en Florencia una costilla y si vas a Venecia encontrarás un pie y tres dedos de Santa Catalina. Aunque quizá lo más espeluznante sea su cabeza, al sacar el cadáver de su tumba, la testa se desprendió, y decidieron conservarla en un extraño relicario que parece un reloj de sobremesa. Esta reliquia religiosa es visitada por muchos fieles, y actualmente se conserva en Siena, la ciudad natal de la santa.
5. La mano derecha de San Esteban
Para terminar con nuestra lista de reliquias religiosas, debemos hablar de uno de los objetos más preciados en Hungría. La mano de San Esteban, él fue el primer rey de Hungría y murió en 1038. Posteriormente fue canonizado en 1083, gracias a este suceso, Su cuerpo fue desenterrado y se descubrió que un brazo y una mano estaban incorruptos, completamente intactos. Se separaron del cuerpo y pasaron a ser unos veneradísimos objetos religiosos. Luego de un tiempo, se separó el brazo de la mano y peregrinaron por varios países hasta que la mano volvió a Hungría donde se conserva actualmente.
¿Por qué se conservan estos objetos religiosos?
Uno de los motivos de por qué se preservan restos humanos y objetos religiosos antiguos es por su poder. Según la doctrina de San Gregorio Nacianceno: «el que toca o venera los huesos de un santo, participa de la virtud y gracias que reside en ellos y que es la misma de poder que tiene su alma». En la época medieval, el interés de la Iglesia era desterrar las prácticas heredadas del paganismo, pretendiendo sustituirlas por otras parecidas pero de raíz cristiana, así fue como nacieron los objetos religiosos.
Categorías de las reliquias religiosas
Recién cumplido el tercer siglo de existencia de objetos religiosos, la cristiandad había convertido huesos y cenizas en bienes comparables a piedras y metales preciosos. Así que era obvio que a medida en que aumentaba el número de reliquias y se extendían por el mundo, surgiera la necesidad de catalogarlas y clasificarlas. En el ámbito del catolicismo llegaron a distinguirse tres categorías: de primera, segunda y tercera clase, cada una contiene valores adicionales, pero no están definidas desde un punto formal.
1. Reliquias de primera clase
Estos objetos religiosos antiguos comprenden cualquier objeto que pueda haber tenido contacto con Jesucristo durante su vida terrenal, su muerte o resurrección. Algunos ejemplos de está clase de reliquias religiosas pueden ser: fragmentos de la cruz, o los clavos empleados en la crucifixión, o la sábana santa de Turín, de la que se cree envolvió su cuerpo antes de introducirlo al sepulcro. También se identifican de primer nivel los objeto religiosos como cuerpo íntegros de santos, incluyendo sus partes.
2. Reliquias de segunda clase
A este tipo de objetos religiosos antiguos pertenecen todos aquellos que estuvieran relacionados con la vida de un santo sin que sea su carne o hueso. Generalmente se escalan dependiendo el mismo valor de los objetos; si era por ejemplo un libro o una prenda muy importante para el santo, tendrá mayor valor.
3. Reliquias de tercera clase
Estas reliquias son más abundantes, y se clasifican como aquellas que tocaron directamente reliquias de primera clase, en este sentido, las reliquias de tercera clase podrían considerarse como los objetos que muestran en la actualidad las reliquias de primera clase (vitrinas, cajones, baúles, etc).
Cuéntanos ¿Conoces otros objetos religiosos antiguos espeluznantes? Te leemos. Si te ha interesado este artículo, quizá quieras saber más sobre las misteriosas momias medievales rusas.