Es muy posible que ya hayas oído hablar del doctor en física Ronald Mallet. Muchos lo definen como un loco, un visionario e incluso como un fraude en busca de publicidad. Sea como sea, la historia y el propósito de este reputado profesor de física de Connecticut, no deja indiferente a nadie.
Perdió a su padre a una edad muy temprana, y esa falta, esa carencia, parece que fue posteriormente la razón de toda su exclusiva formación científica. ¿Su finalidad? Nada extraño, nada que ninguno de nosotros hayamos deseado alguna vez, pero sabiendo lo imposible de esa aspiración: volver atrás en el tiempo para salvar a un ser querido.
Podrás encontrar artículos sobre el profesor Mallet en diversos espacios, ha publicado numerosos trabajos sobre los agujeros negros y cosmología en revistas profesionales, y se le considera por encima de todo, un investigador de vanguardia sobre viajes en el tiempo.
Podemos definirlo como un divulgador, alguien que trabaja en medios como en la History Channel o el National Geographic Channel que busca básicamente, romper esquemas y hacernos reflexionar.
Es posible que su proyecto sobre la máquina del tiempo no sea más que una quimera (al menos de momento), pero nos gustaría compartirlo contigo más que nada a modo de reflexión, para invitar al debate, a plantearnos qué consecuencias podría tener el disponer de una máquina similar al DeLorean o a la TARDIS del Doctor Who en un futuro próximo.
El hombre que quiere construir una «máquina del tiempo» para salvar a un familiar
Cuando Ron Mallet tenía 10 años, su padre falleció de un ataque al corazón. Desconocemos si como él cree, podría salvar a su joven padre de morir en caso de poder viajar al pasado para prevenir dicho desenlace. Es algo que nadie sabe y que solo la literatura o el cine, nos plantea en más de una ocasión.
Según el propio Ronald, su motivación por ahondar en el tejido temporal se nutre de dos fuentes inspiradoras: de H. G. Wells y su novela “La máquina del tiempo (The Time Machine)”, y la teoría de la relatividad de Albert Einstein.
Se dice que lleva años trabajando en una fórmula y un proyecto que ha guardado en secreto para no ser ridiculizado, en vista de su notable prestigio académico. Ahora bien, a día de hoy, cuando uno busca su nombre en Internet de inmediato aparece el término «time machine». Lo quiera o no es origen de sueños, críticas, especulaciones y algún que otro rechazo por sus colegas.
La tesis que mantiene el doctor Mallet es la siguiente:
- Su propósito no sería «viajar» sino empezar mandando mensajes a nuestros familiares del pasado o del futuro
- Los agujeros negros son la clave para empezar a conseguirlo: la fuerte gravedad existente en el interior de ellos pueden ser la puerta para acceder a otras dimensiones.
- Su idea es construir una máquina láser que genere un túnel de circulación de la luz donde la información sea enviada al pasado a través de los neutrones.
- ¿Pero disponemos de ese tipo de tecnología a día de hoy? La respuesta es «no». Ahora bien, se dice que cuenta con la ayuda de Chandra Roychoudhuri, un físico que ya diseñó un pequeño prototipo formado por anillos de rayos láser que circulan alrededor de un tubo de vidrio.
- Según el doctor Mallet, esas partículas subatómicas giran en sólo dos direcciones: abajo o arriba, lo cual podría ser una puerta para al menos, enviar mensajes mediante un código binario con un flujo de giros de neutrones.
- La siguiente pregunta que nos viene a la cabeza es la siguiente ¿De qué manera podrá el hombre del pasado descifrar ese mensaje? De momento no tenemos respuesta, porque el proyecto de Mallet recibe siempre más críticas que alabanzas.
De momento, el propio doctor Mallet comenta que solo dispone de cálculos matemáticos teóricos y que la construcción de esa tecnología requiere tiempo, el apoyo de físicos experimentales, y claro está, una elevada financiación.
Su propósito es noble, no cabe duda: evitar terremotos, desastres, determinadas muertes, accidentes… No obstante, es en este punto donde nos adentramos en el dilema de siempre: ¿Tenemos derecho a evitar «cosas que ya han ocurrido»? ¿Generaríamos quizá terribles paradojas con consecuencias impensables?
El debate también está en este punto, y es ahí donde te invitamos a que nos des tu opinión. Queda claro que científicos como el doctor Mallet hay muchos, y que la idea de viajar al pasado y al futuro siempre va a estar ahí, pero ¿qué opinión te merece si se pudiera hacer?
No dudes en dejarnos tu comentario y recordar nuestro artículo sobre un viajero del tiempo en una fotografía de 1941.