En Supercurioso te hemos hablado en otras ocasiones de misterios en nuestro mundo y más allá que los avances en ciencia y tecnología no han podido resolver, o que surgieron precisamente gracias a los avances en ciencia y tecnología.
Algunos de estos enigmas han sido descifrados, aunque a veces no con un cien por ciento de certeza, pero siguen apareciendo en las redes sociales como misterios absolutos. He aquí cinco de ellos.
5 misterios que no sabías que se han RESUELTO
1. La señal WOW
Le dedicamos un artículo completo, pero te refrescamos la memoria. En 1977 un radiotelescopio de Ohio registró una señal diferente a todas las que había grabado hasta entonces, se trataba de una explosión de sonido treinta veces más intensa que las señales que usualmente llegaban del espacio, con una duración de poco más de setenta segundos.
El astrónomo que detectó la señal, Jerry Ehman, escribió al lado del registro impreso “WOW!”, bautizándola de esta manera. En años siguientes se discutió en torno a si era posible que se tratase de una prueba de vida inteligente extraterrestre, pero hoy en día los investigadores apuntan en otra dirección. El profesor Antonio París, de St. Petersburg College, de Florida (Estados Unidos), cree haber resuelto el misterio y que el sonido fue causado por una nube de hidrógeno creada por el paso de dos cometas: el 266P/Cristhensen y el P/2008 Y2 (Gibbs). En enero de 2017 ambos cometas volverán a pasar por la misma zona donde se originó el WOW, así que los científicos tendrán una oportunidad para comprobar esta teoría.
2. BLOOP
Otro sonido misterioso, pero esta vez proveniente de las profundidades oceánicas, fue el BLOOP. Este sonido fue registrado por dos hidrófonos (micrófonos submarinos) separados por más de 5.000 kilómetros en 1997. Se trataba de un sonido tan intenso que no podía atribuirse a ningún animal marino conocido, o a algún fenómeno geológico cuyos sonidos hubiesen sido registrados con anterioridad.
Sin embargo, expertos de NOAA (la agencia estadounidense para el manejo y estudio de la atmósfera y los océanos) creen que el sonido coincide con el que producen los icebergs al producirse fracturas de las capas de hielo bajo el agua. Este sonido tiene un nombre en inglés, “icequake”, que podría traducirse como “temblor o sismo de hielo”.
3. La orientación de los tiburones
Durante décadas, para los biólogos ha sido un misterio cómo funciona el sistema de navegación de los escualos, que en algunas especies, como los tiburones blancos, les permite recorrer distancias tan grandes como la que hay entre Alaska y Hawái, sin perderse.
Estudios recientes podrían estar a punto de resolver este misterio, al mostrar que al bloquear su olfato los tiburones se desorientan por completo. Sería un sistema de navegación olfativo. Sin embargo, debemos decir que no todos los biólogos están de acuerdo con esta teoría.
4. Las luces misteriosas de Ceres
Ceres es un planetoide que orbita en el cinturón de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter, un poco más pequeño que Plutón, y que ha ido adquiriendo interés entre los astrofísicos en los últimos años. En 2015 una sonda espacial de la NASA, “Dawn”, alcanzó y comenzó a orbitar este objeto celeste, tomando algunas fotografías que en un primer momento causaron estupor e hicieron creer a algunos que se trataba de vida extraterrestre.
Se trataba de unas extrañas luces, con un diámetro cercano a los 50 km. Por varios meses no se supo de qué se trataba, pero ya hay una respuesta menos excitante que la de la “presencia alienígena”: se trataría de grandes manchas de sal, de acumulaciones de sulfatos de magnesio hidratado mezclados con otros materiales.
5. La desaparición de Amelia Earhart
Como piloto y como mujer, sin duda la estadounidense Amelia Earhart fue una pionera de la aviación. En 1937, acompañada por un asistente en la navegación, Earhart emprendió un vuelo alrededor del mundo siguiendo la línea ecuatorial, desapareciendo en algún lugar del océano Pacífico el 2 de julio.
Durante décadas se creyó que su avión había caído al mar, hasta 2014, cuando el Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos (TIGHAR) encontró trozos de aluminio pertenecientes a un avión en la isla solitaria de Nikumaroro (un atolón de 6 km ubicado entre Australia y Hawái). La pieza encaja en el modelo de avión usado por Earhart, que debió aterrizar allí al quedarse sin combustible. Se presume que ella y el navegante pasaron el resto de su vida como náufragos, o murieron intentando salir de allí.
Como ves, a todo misterio tarde o temprano lo alcanza una solución, aunque ésta no sea completamente satisfactoria, ¿o tú piensas que sí?
Y si te gustó el tema, entonces te recomendamos la lectura de Las misteriosas esferas de piedra de Costa Rica.