Si buscas música relajante en Internet, una de las variedades que más aparece es la música inspirada en sonidos del mar y en la que se recoge el rumor de las olas, el lenguaje de los delfines, las ballenas y otros animales marinos, e incluso todo el impresionante rugido de una tempestad. Sonidos de la Naturaleza que nos sobrecogen y nos invitan a la meditación, al recogimiento y que nos muestra lo mucho que nos queda por conocer sobre el mar. Por eso, esculturas como las diseñadas por el arquitecto croata Nikola Bašić nos resultan de lo más bello e increíble.
El mar hecho música: ¡Descubre la impresionante música del mar!
En 2005 el arquitecto Nikola Bašić diseñó una escultura órgano que consigue que el sonido de las olas del mar se traduzca en una música relajante. La escultura está instalada en la ciudad de Zadar o Zara en Croacia, un asentamiento con más de 3.000 años de antigüedad y una ciudad llena de historia y todo el encanto de un bello paisaje natural y una costa pintoresca y tranquila. En este entorno se halla esta obra conocida como “Morse Orgulje”, traducido como Órgano majestuoso. La escultura está construida con piedra blanca de la isla de Brac (Croacia), siendo la misma piedra empleada en la construcción de la Casa Blanca de Washington. Este órgano tan especial consta de 35 tubos conectados con otras cadenas musicales y por los que el agua y el aire del mar producen acordes que llenan todo el paseo en el que se encuentra con una impresionante música del mar. Un lugar único para relajarse y meditar.
Este tipo de órgano tiene su inspiración en un instrumento griego llamado hydraulis, inventado en el siglo III a de C y que estaba constituido por unos receptáculos llenos de agua mediante los que se mantenía una presión del aire constante. Además, este órgano marino de Croacia tienen como antecedente un órgano construido en la ciudad norteamericana de San Francisco en 1986.
El órgano marino de Zadar tiene unos 70 metros de largo y está conformado por un mecanismo subterráneo en el que se encuentran los 35 tubos que transforman el sonido del agua del mar Adriático que entra por el costado de la escalinata y deja salir una sorprendente sinfonía de sonidos relajantes, hermosos y majestuosos. Las notas de está melodía son aleatorias y su orden viene dado por el que el mismo oleaje dispone según la cadencia y orden con el que van impactando contra el órgano. Este escultura recibió el Premio del Espacio Público Urbano y puede escucharse en el siguiente audio:
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