En Supercurioso te hablamos muy a menudo de casas embrujadas, de bosques misteriosos e incluso de siniestros árboles donde también acontece lo extraño, lo paranormal.
Ahora bien, el tema de las llamadas «torres del terror» no es nuevo. Son muchos, muchísimos los rascacielos sobre los que se alzan singulares historias capaces de arrancarnos más de un escalofrío.
Hoy queremos hablarte de un caso muy concreto, el del edificio Sathorn Unique, en Tailandia. Estos gigantes ostentosos, estas torres de cemento, hierro y cristal son auténticos desafíos para un cielo y un mundo que en ocasiones, gusta de traerles más de una calamidad.
Estamos seguros de que el tema de las «torres fantasmas o del terror», te va a parecer interesantes.
La torre fantasma: el rascacielo embrujado de Tailandia
El «Sathorn Unique» es un rascacielos muy llamativo que se alza justo en las orillas del río Chao Phraya en Bangkok. Es un fantasma de ferralla oxidada, un titán inacabado que lleva en absoluto abandono desde hace más de 20 años.
Todo Bangkok lo conoce como el edificio embrujado, y da por sentado que quienes habitan sus pasillos, sus salas derruidas y sus amplísimos salones llenos de polvo y silencio, son los fantasmas. Espíritus que se niegan a avanzar y que habitan aferrados a ese edificio en decadencia.
Ahora bien, para comprender un poco más esas aparentes tinieblas que saturan el rascacielos Sathorn Unique, hemos de detenernos en su historia. Estamos en los años 90, época de vorágine, especulaciones y «alegres inversiones». La torre Shatorn era un imponente proyecto iniciado en 1997 por el arquitecto tailandés Rangsar Torsuwan.
El edificio iba orientado al lujo, y para ello, se alzó un rascacielos con 47 pisos y con 600 apartamentos. Tenía arcos, columnas corintias y espléndidas vistas al río. A los pocos meses, las obras se suspendieron y el arquitecto fue llevado a la cárcel, por fraude. Todo quedó suspendido, paralizado, solo el cartel publicitario de una conocida marca de móvil le da desde entonces, cierto aire de singular decadencia pero llamativa a pesar de todo. No obstante, en su interior solo hay salas inacabadas, polvo, y el viento «ululando» en los pasillos.
Muchos techos se han desplomado y la naturaleza, ha empezado a habitar a placer muchos de sus rincones. Es un lugar siniestro pero dotado de un matiz tan singular, que muchos fotógrafos llegan aquí para sacar alguna instantánea. Ahora bien, algo común, es acabar encontrando personas fallecidas, cadáveres en descomposición y cuerpos colgando de los techos.
Estamos seguros de que te habrás alarmado. El edificio Sathorn es un lugar muy común donde la gente, elige para poner fin a su vida, para suicidarse. Otro dato a tener en cuenta es que suele ser refugio habitual para traficantes y drogadictos, con lo cual, los ajustes de cuentas y los asesinatos son algo más que frecuente Triste, lo sabemos, pero esta es la historia cotidiana de un edificio que según los curiosos, está habitado por frías corrientes, desagradables olores y sombras que se arrastran como lamentos llegados de otro mundo. Espeluznante.
A día de hoy no hay ningún proyecto que busque reedificarlo o terminarlo. Lo único que hacen las autoridades es cercar y proteger sus entradas para impedir su entrada, algo sin duda completamente inútil porque la torre Shatorn sigue siendo un escenario tan macabro como misterioso.
No obstante, para todos los habitantes de Bangkok señalan que las vistas de la ciudad no serían las mismas sin ese gigante, sin esa torre fantasma en la que se encierran tantos misterios (e historias trágicas).
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