Y tú… ¿También tienes un hoyuelo en la barbilla?

Hoyuelos en barbilla: resultan atractivos, ofrecen un aire de sutil seducción y son muchos, muchísimos los actores y modelos que nos vienen a la mente con ese matiz facial tan original.

Si tú mismo tienes un hoyuelo en la barbilla y te preguntas la razón de ello, deberás fijarte en tus padres: es muy probable que algún familiar tuyo también lo tenga, porque estamos ante uno de esos caracteres donde la genética esculpe matices muy especiales. Es un gen recesivo, algo muy similar a lo que ocurre con el pico de viuda, del que ya te hablamos también en Supercurioso.

¡Te lo explicamos!

Y tú…¿También tienes un hoyuelo en la barbilla?

Si pensamos en una pareja de actores conocidos por ese hoyuelo en la barbilla tan característico, de inmediato nos viene a la mente Kirk Douglas y su hijo Michael Douglas.

Es posible que llegado este punto, muchos de nuestros lectores tengan ahora mismo sus dudas al haber leído que este matiz tiene claramente un componente hereditario.

¿Qué pasa si yo tengo el hoyuelo y mis padres no? ¿Soy adoptado tal vez?

No necesariamente: debido a la penetrancia y la expresividad del «arte sutil» de la genética, es posible que tus padres, a pesar de tener esa dominancia no lo tengan muy marcado o sea casi inapreciable. La presencia o ausencia de hoyuelo no es una prueba definitiva de paternidad por sí misma. En muchos casos se es portador pero no aparece el rasgo.

Aclarado esto, veamos ahora a qué se debe el venir al mundo con ese hoyuelo:

• Cuando nacemos tenemos unos 300 huesos, sin embargo, en la madurez nos quedamos con 206. ¿Cómo puede ser esto?

• Los huesos se van uniendo al cabo de los años, y la mandíbula es una de esas estructuras que van madurando poco a poco.

• Antes del nacimiento, se sueldan una mitad derecha y una izquierda justo a la altura de la barbilla.

• Ahora bien, existe un gen determinado que heredamos de nuestros padres que ordenará que esos dos huesos de la mandíbula no acaben de unirse ente sí, dejando una atractiva fisura en el centro, y de ahí… el hoyuelo.

• Algo que ya sabemos de la genética es que todos nosotros tenemos una doble dotación cromosómica. Es decir, tenemos una «copia cromosómica de nuestra madre y otra de nuestro padre».