En estas últimas semanas hemos queda sorprendidos por noticias como la muerte de un joven taiwanés tras horas jugando en Internet o la existencia en China de cuarteles militares especializados en la desintoxicación de adictos a Internet. Unas informaciones que nos alertan de una dependencia en la que podemos caer fácilmente y de la que los videojuegos constituyen su cara más conocida y adictiva. Pero, ¿todos los efectos son negativos? Descubre los efectos de los videojuegos en tu cerebro y las señales de su influencia sobre ti y tu entorno.
9 Efectos de los videojuegos en tu cerebro
Entre las formas como los videojuegos afectan a tu cerebro se destacan:
- Las relaciones entre hermanos
En contra de lo que pudiera parecer, las investigaciones han revelado que los hermanos que juegan juntos a videojuegos tienen menos conflictos entre ellos. Así, si los videojuegos en sí suelen hacer más violenta a la persona que juega, el contexto y con quién se juega suavizan los efectos negativos. Los videojuegos fortalecen los vínculos entre hermanos al vivir y afrontar juntos las experiencias y desafíos que plantean los juegos.
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El efecto espectador
Se ha demostrado que cuando se está o actúa en grupo se anula la voluntad de ayuda a los demás, ya que se tiende a pensar que alguien del grupo se hará cargo del problema y delegar en otro la acción. Un efecto que también se experimenta en los videojuegos. Un sencillo experimento con un grupo de personas que habían jugado al mismo juego, el Counter-Strike: Condition Zero, unos en equipo y otros en modo solitario, demostró que los jugadores que habían jugado en modo solitario estaban más dispuestos a ayudar que los que habían jugado en equipo.
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Sensibilidad moral
En muchos videojuegos el jugador puede elegir un personaje con un comportamiento moral bueno o malo; e incluso en juegos cada vez más populares como Undertale, elegir el tipo de ruta a seguir en el modo de luchar, desde un modo pacifista a un modo genocida. Una forma de jugar de la que, en principio, se espera nos genere una mayor insensibilidad a la violencia y las violaciones morales. Sin embargo, un estudio sobre jugadores que habían elegido el papel de terrorista en un videojuego en primera persona se vio que éstos obtenían las puntuaciones más altas en sentimientos de culpa y vergüenza. Ahora bien, los jugadores que obtuvieron estos resultados ya respondían al sentimiento de culpabilidad antes de comenzar el juego. Si la persona no siente culpa por sus acciones previamente al juego, es una señal preocupante acerca de la moralidad y conveniencia de que esa persona juegue.
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Falta de sensibilidad ante la muerte
Los videojuegos nos abren las puertas a nuevos mundos y nos dejan experimentar cosas impensables e imposibles en la vida real. Las posibilidades son infinitas y el poder que experimentamos jugando nos hace casi invencibles, pudiendo morir y volver a la vida o que las muertes de algunos de los personajes sean incluso “esenciales” para el desarrollo de la historia. Un estudio realizado por la Universidad de Auburn examinó la correlación entre los videojuegos violentos y la capacidad de suicidio. Una “capacidad de suicidio” entendida como «la capacidad de superar el miedo a la muerte y una tolerancia al dolor de suicidarse».
Se solicitó a los participantes que señalasen la frecuencia con que la que jugaron la videojuegos violentos y la calificación moral que darían a los juegos con los que habían jugado. Para sorpresa de los investigadores, la frecuencia de uso de videojuegos violentos tuvo poco efecto sobre la falta de miedo a la muerte, aunque sí se evidenció que quiénes usaban videojuegos más violentos tenían menos miedo a la muerte, pero no experimentaban un aumento de la tolerancia al suicidio.
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Agresividad
Hay una tendencia que une la violencia de los videojuegos con los ataques armados sobre civiles en calles, universidades o centros escolares. Y aunque los estudios muestran reiteradamente que es cierto que los videojuegos nos hacen más agresivos, de nuevo se puntualiza que todo depende del contexto, esto es, si en el videojuego adoptamos el papel de un héroe seremos menos agresivos que si tomamos el rol de un villano. En una investigación dirigida por la Fundación Nacional de Ciencias se demostró que los jugadores de videojuegos violentos en un contexto pro-social eran menos agresivos que los jugadores de videojuegos violentos en un contexto moralmente ambiguo.
Se invitó a los participantes del estudio a jugar tres juegos distintos: un juego de zombies en el que el jugador principal está protegido por un compañero mientras recogen suministros, un juego de zombies en el que el personaje estaba cazando zombis por deporte, y un juego de rompecabezas similar al Tetris.
A los participantes se les dijo que estaban jugando contra otro participante, pero en realidad estaban jugando contra un equipo. El «perdedor» de cada ronda recibía un desagradable ruido enviado a través de sus auriculares. La intensidad y el volumen del ruido era fijado por el»ganador».
El ordenador fue programado para ganar 12 veces y dejar que los participantes ganasen 13 veces. Aunque ambos juegos eran agresivos, los participantes del juego zombi pro-social fueron mucho más indulgentes que los jugadores de segundo juegos de zombies a la hora de decidir la intensidad del ruido de castigo. Evidentemente, los jugadores más benévolos fueron los participantes del juego de puzzle. -
La intensidad de las emociones
¿Podría un videojuego ayudarnos a controlar la intensidad de nuestras emociones y la ansiedad? Pues sí, no todo es negativo en cómo los videojuegos afectan a nuestro cerebro. Así, los investigadores de la Unidad de Trastornos de Alimentación del Hospital de Bellvitge en Barcelona, España, han descubierto que los videojuegos pueden ayudar a niñas y niños a superar trastornos alimenticios como la bulimia mediante Playmancer, una nueva plataforma que utiliza un aparato de biofeedback para jugar juegos de vídeo. Los juegos están diseñados para ayudar a controlar los impulsos de los jugadores y aprender a relajarse en situaciones de estrés. En algunos de ellos, el jugador no puede moverse hasta que su respiración se vuelve más lenta y constante, tiene una expresión facial más relajada o los latidos de su corazón se ralentizan. Así, los niños y niñas en tratamiento vieron reducida su ansiedad e impulsos ante la comida.
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Autoestima
Todos tenemos un personaje favorito de novela, película, serie o videojuego, llegando incluso en este último caso a un fenómeno fan extremo. Así, miles de personas disfrutan del cosplay, esto es, de disfrazarse de sus personajes favoritos de series y videojuegos, llegando incluso a extremos. Pero, ¿cuáles pueden ser los efectos de una admiración tan profunda? En la Michigan State University y en la Universidad de California en Santa Bárbara decidieron dar respuesta a esta cuestión y se solicitó a los participantes que evaluasen en qué medida estaban de acuerdo con afirmaciones como: «Considero que mi personaje es mi amigo» y «Me veo estableciendo una relación con mi personaje.» Luego se les pidió evaluar cuánto disfrutaban los videojuegos, la frecuencia con que jugaban y qué cómo se encontraba su estima. Los participantes con mayor apego a su carácter a menudo tenían una autoestima más baja, incluso si habían disfrutado del juego más y jugaban con frecuencia.
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El efecto avatar
Muchos de los videojuegos permiten crear y personalizar tu propio avatar. Algunos juegos como Skyrim y Pokemon X permiten personalizar el avatar hasta el punto de parecerse lo más posible al jugador y hacer el juego más realista y personal. Pero, ¿cómo nos afecta esto al jugar a un videojuego violento?
Un estudio realizado por las Universidades de Sussex e Innsbruck encontró que la personalización de un avatar aumentaba la agresividad del jugador. Algo que demostraron mediante un experimento en el que se pidió a los jugadores de videojuegos con y si avatar que aderezaran con salsa de chile la comida que iba a probar un voluntario para su estudio sobre alimentación. Así, y pese a comentarles que al voluntario no le gustaba especialmente la salsa, los jugadores de videojuegos violentos con avatar fueron los que más salsa de chile echaron.
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Un entrenamiento excepcional
Otro de los efectos positivos de los videojuegos sobre el cerebro es que ayudan a desarrollar habilidades como pensar más rápidamente, agilidad en la discriminación del movimiento cambiar de forma rápida de tareas e incrementar la agudeza visual. Los estudios de la Universidad de Rochester encontraron que juegos Call of Duty o Halo que requiere el jugador piense rápidamente y dispare con precisión, habían aumentado la capacidad de los jugadores para detectar el movimiento, realizar un seguimiento de personas u objetos en su visión periférica, y cambia de una tarea a otra rápidamente.
Si te ha llamado la atención este tipo de estudios, seguramente te gustará saber qué es el síndrome de GTP.