Los perfiles de las personas muy enamoradizas son tan comunes como complejas. Lejos de verlo como algo divertido o emocionante, es una dimensión que suele traer tantas decepciones como épocas de crisis que es necesario saber afrontar.
Los especialistas en relaciones afectivas nos indican que en materia emocional es necesario actuar con calma y prudencia. Después de finalizar una relación se recomienda pasar por una época de reflexión donde reestructurarnos y avanzar con la mente más clara sabiendo qué necesitamos y qué no.
Ahora bien, «ser enamoradizo o enamoradiza» no quiere decir que saltemos de una relación a otra, en ocasiones ni siquiera llegamos a formalizarla, siendo solo un amor frustrado que al instante, se sustituye por otro flechazo que puede o no puede salir bien. Te hablamos de ello y te enumeramos una serie de características básicas.
Características de las personas muy enamoradizas ¿Te identificas
1 – No hay edad
Lejos de lo que muchos pueden pensar, las personas enamoradizas no son adolescentes. Esta faceta afectiva puede aparecer a cualquier edad. Podemos estar en la universidad y quedar cautivados durante un tiempo por un/a compañero/a, luego por un profesor/a o por el bibliotecario del centro.
¿Y qué podemos decir de los entornos laborales? Es en el trabajo donde más relaciones se formalizan o se destruyen, de ahí, que todos aquellos con el corazón sensible e inquieto hayan pasado épocas muy complejas en estos escenarios.
¿Te ha pasado a ti?
2- Ser enamoradizo es tener mayor sensibilidad emocional
Quien se enamora con tanta facilidad suele disponer de esa capacidad para ver con mayor sensibilidad los aspectos positivos de los demás. Al instante quedan cautivados por un detalle, por la forma de hablar, por los gestos, por ese aire triste, por esa sonrisa apasionada…
Son observadores y muy empáticos, por ello, caen casi al instante bajo las redes de la pasión y de ese amor que lamentablemente, no siempre se formaliza.
3- Las personas enamoradizas sufren
La imagen de aquellas personas caracterizadas por enamorarse con mucha frecuencia, es la de alguien que siempre está contento, eufórico e ilusionado por la vida. Ahora bien, esto no siempre es así, y por ello, cabe matizar algunas cosas:
- No se desenamoran de un día para otro, aparece la decepción y en consecuencia el dolor.
- Acumulan muchos rechazos y eso es algo que va creando un gran «poso emocional» que pueden afrontar de mejor o peor manera dependiendo de sus personalidades y de sus estrategias de afrontamiento.
4- Cuando tienen pareja pueden suscitar cierta desconfianza
Si tu pareja conoce tu faceta «como enamoradizo o enamoradiza» tendrá siempre su radar puesto temiendo que a la mínima, tu corazón encuentre otro objetivo. Ahora bien, cuando el amor es sincero esa inquietud emocional suele madurar, prosperar y relajarse.
Porque quien se enamora con facilidad busca ante todo ser amado, y cuando eso se encuentra se cubren muchas necesidades, muchos anhelos y algunos vacíos.
5 – Llega un día en que hacemos balance
Es inevitable. Tal y como hemos señalado al inicio la persona enamoradiza suele sufrir decepciones, rechazos, críticas y algún hecho traumático que le ha costado tiempo superar. Por ello, es común que llegue un instante en que hagamos balance y nos preguntemos si merece la pena dejar que nuestro corazón sea tan apasionado y sensible.
A pesar de que las emociones no se pueden controlar, es común que dependiendo de la historia personal de cada uno, decida ser más o menos prudente y controlar un poco sus emociones. Hay quien ha quedado tan dolido que elige no «sentir para no sufrir». No obstante, cabe decir que el amor es una aventura que siempre merece la pena. Mientras aprendamos de nuestras experiencias, actuemos con una buena autoestima y sepamos proteger nuestras emociones, las relaciones afectivas serán más satisfactorias.
Así que ahora dinos… ¿Eres una persona enamoradiza? ¿Lo eras antes y ahora has cambiado? No dudes en dejarnos tus comentarios y recordar nuestro artículo sobre el síndrome de Anna Karenina, el amor que destruye.