Los glotones incorregibles consideramos que algunas golosinas son auténticos tesoros por lo deliciosas que son, ¡como la irresistible Nutella! Algo que no nos diferencia mucho de los científicos, aunque sus intereses no van dirigidos precisamente al sabor de tales manjares, pues con una serie de experimentos demostraron que la crema de cacahuete es, además de suculenta, un verdadero diamante en bruto.
¡Te contamos cómo los expertos lograron transformar la crema de cacahuete en esta gema preciosa! Y no fue por arte de magia.
¡Increíble! La crema de cacahuete puede convertirse en diamantes, en ciertas condiciones
Un equipo de científicos de la Universidad de Edimburgo consiguieron lo que a muchos nos parece insólito e imposible: convirtieron una crema de cacahuete, común y corriente, en diamantes. Pero ¿cómo lo hicieron?
“La presión puede provocar cambios extraordinarios a cualquier tipo de materiales y crear otros completamente nóveles,” fue lo que dijo a BBC el profesor Malcolm McMahon, miembro del Centro para la Ciencia y Condiciones Extremas, y uno de los involucrados en la increíble exploración con la que fabricaron diamantes a partir de una crema de cacahuete. Tal aseveración resume en esencia el procedimiento que aplicó el equipo de investigadores.
En el manto inferior de la Tierra las condiciones atmosféricas son infernales, las temperaturas alcanzan aproximadamente dos mil 200 grados Celsius y la presión es 13 millones más fuerte que las del manto terrestre. Esto es sólo un estimado, pues la ciencia todavía no ha podido precisar la magnitud real de lo que se halla encapsulado en las profundidades del suelo.
Sin embargo, a partir de los estudios e innovaciones del geólogo alemán Dan Frost, el grupo de expertos logró simular con un horno las temperaturas y particularidades de los adentros de la corteza terrestre para someter a ellas diferentes materiales, con una característica específica. ¿El propósito? Probar si, al exponerlos a una presión extremadamente alta, era posible que ocurriera una “metamorfosis” en sus átomos y así convertirlos en formas más densas, como ocurre en la formación de diamantes. Fue un éxito.
Los diamantes están formados por moléculas de carbono, mismo elemento químico que se encuentra en los cacahuetes. Tomando en cuenta esta similitud fundamental, con la ayuda de unas prensas especiales -hecha con dos diamantes que van en paralalelo- y las altas temperaturas del horno, los expertos aplastaron el gustoso manjar y dieron con la creación de pequeños diamantes.
Con semejante descubrimiento pensaríamos que Frost y el grupo de expertos podrían convertirse en magnates con la fabricación de lujosos minerales, pero según el especialista, no es tan sencillo, ya que crearlos de manera artificial toma un tiempo sustancialmente largo. «Si quisiéramos un diamante de dos o tres milímetros, tendríamos que dejarlo por semanas«, contó a BBC.
Además, durante la transformación se liberaron grandes cantidades de hidrógeno, lo que condujo pequeñas explosiones que son bastante frecuentes y retardan aún más el resultado final.
Los estudiosos de la Universidad de Edimburgo continúan con experimentos del mismo tipo para llegar a mejores resultados. Y como la mayoría de los alimentos contienen moléculas de carbono, tienen una vastedad de alternativas para crear diamantes a partir de delicias. ¿Con cuál otro alimento se encontrarán probando? cualquiera que sea el caso, ya no veremos la crema de cacahuete como lo hacíamos en el pasado, ahora es propiamente una gema en potencia ¡que sabe realmente bien!.
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