Parece totalmente fuera de este mundo pensar en un lugar en donde no se cierren las puertas ni siquiera en los bancos, donde se guarda el dinero con la absoluta seguridad de que nadie se lo robará. Pues sí existe ese lugar, el pueblo más seguro de la Tierra.

El pueblo más seguro del mundo no tiene puertas ni en su banco y está en la India

El pueblo más seguro del mundo queda en la India, y se llama Shani Shingnapur. Sus habitantes conviven en la más completa confianza, a tal punto que las casas no tienen puertas. Y no es que no las cierren, es que simplemente no las hay. Sólo en los bancos podrás encontrarlas, y únicamente mantienen una hoja cerrada para que los perros no entren.

Este pequeño pueblo dedicado al cultivo del arroz asegura que está bajo la protección de un dios, el dios hindú Shani, que hace cientos de años se le presentó en sueños al entonces jefe del pueblo y le dijo que nunca más deberían cerrar sus puertas, “Yo te protegeré”. Y así ha sido hasta el día de hoy.

El pueblo más seguro del mundo no tiene puertas ni en su banco y está en la India

La gente aquí es muy creyente, y confía por completo en Shani y en sus semejantes, pues al parecer este dios es implacable con los ladrones, lo cual resulta muy benéfico a la hora de no tener puertas -quien roba es condenado a vivir siete años de desgracias-.

Según la leyenda, durante una inundación ocurrida hace más de 300 años, una plancha de hierro y piedra salió a flote y comenzó a exudar sangre; en un sueño, a un aldeano se le reveló como una representación de Shani, y hoy aquella plancha está convertida en una escultura del dios, y el pueblo en un centro de peregrinaje adonde van los fieles a renovar su fe.

El pueblo más seguro del mundo no tiene puertas ni en su banco y está en la India
Escultura del dios Shani en el pueblo, convertido en centro de peregrinaje

Pero como habrás intuido, existen escépticos que no comparten estas leyendas, y ha habido algún que otro robo –tal vez para demostrar que Shani no hace nada–, pero el gobierno local mantiene su política de “no puertas”. Y la fe y la confianza permanecen.

Lo que podríamos considerar algo incómodo es que, al no tener puertas, en las casas no hay otra forma de llamar o avisar de nuestra llegada, si no es a base de gritos o palmadas (obviamente, hay que hacerlo para no interrumpir la vida normal del lugar que visitemos), pero eso representa algo insignificante para los pobladores del pueblo más seguro del mundo, que se niegan a poner puertas en sus casas.

¿Te gustaría vivir en un lugar así? ¿O en estos otros lugares extraordinarios?