Son muchas las personas anónimas que durante la Segunda Guerra Mundial arriesgaron sus vidas para ayudar a los que eran perseguidos por el despiadado régimen nazi. En la ciudad de Varsovia, la enfermera Irena Sendler salvó a 2.500 niños judíos que vivían en el gueto y para los que no había ninguna esperanza de sobrevivir. El Estado de Israel suele premiar a estas personas con un título especial: «Justo entre las naciones». Entre estos «justos» encontramos a un matrimonio polaco, cuya historia seguro que os sorprenderá, son los Zabinski y la «tapadera» del Zoo de Varsovia para salvar judíos.
Los Zabinski y la «tapadera» del Zoo de Varsovia para salvar judíos
Jan y Antonina Zabinski salvaron a más de 300 judíos del gueto de Varsovia durante la ocupación nazi. Jasn, ingeniero agrónomo,científico, profesor y zoólogo, fue el organizador del zoológico de Varsovia y en 1929 lo nombraron director de la institución. Fue un hombre valiente que había servido con anterioridad en el ejército polaco y le había sido otorgada la Cruz del Valor.
Durante la invasión nazi, los bombardeos acabaron con muchos de los animales del zoológico y otros, que los ocupantes consideraron valiosos fueron llevados a zoos de Alemania. En el parque, numerosas jaulas quedaron vacías. Jan siguió como encargado del zoo y además se le encomendó por parte de los nazis la supervisión de los parques de la ciudad. Jan solicitó poder entrar en el gueto para recoger residuos para alimentar a los cerdos que tenía en el parque. Los nazis se lo concedieron y él tuvo acceso al gueto. Allí reencontró antiguos conocidos con los que organizó la tarea más peligrosa de su vida, sacar del gueto el mayor número posible de personas.
Una vez fuera del gueto, con su esposa y su hijo, los escondía en las jaulas vacías de los animales hasta que podían derivarlos a escondites más seguros. Otros grupos fueron escondidos en el sótano de su propia casa, que era una vivienda dentro del recinto del zoo. Cuando veía llegar algún peligro, Antonina, la esposa de Jan, se ponía a tocar el piano, siempre la misma melodía: una opereta de Jacques Offenbach, esta era la señal para que los judíos refugiados se escondiesen y no hicieran ruido. De esta manera consiguieron salvar a más de 300 personas.
Durante el «Levantamiento de Varsovia», Zabinski, que tenía el grado de teniente, dirigió un pelotón, fue herido de gravedad e internado en un campo de prisioneros. Cuando acabó la guerra, volvió a Varsovia y fue el director del zoo hasta 1951. Actualmente, en la casa en que vivieron en el zoo de Varsovia, hay una exposición permanente sobre este matrimonio. Se puede visitar el sótano y ver en él unos estrechos pasadizos escavados para comunicar la casa con las jaulas de los animales.
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