La depilación no es un invento moderno. A lo largo de la historia de la humanidad, las mujeres especialmente, se han visto en la tesitura de tener que librarse de ese vello molesto en algunas zonas del cuerpo. Aunque somos conscientes que el hecho de que ese vello se considere antiestético es puramente cultural, el problema de su eliminación no desaparece. Actualmente los métodos son rápidos, eficaces y menos dolorosos que antaño. Pero, ¿cómo solventaban el problema los hombres y mujeres de otras épocas? Veamos los curiosos métodos para depilarse en la antigüedad.
Los curiosos métodos para depilarse en la antigüedad
La necesidad de librarse del vello superfluo nos acompaña desde los Neanderthales. En esa época de la humanidad debían librarse especialmente del cabello demasiado largo ya que podía ser un problema cuando cazaban. En los yacimientos se han encontrado herramientas filosas que podrían haber servido a este fin. Otro de los motivos por los que los humanos empezaron a librarse del vello fue la observación de que aquellos miembros de la comunidad con menos vello enfermaban menos. El pelo/vello contenía parásitos que trasmitían enfermedades. A menos vello, menos parásitos y por lo tanto más salud.
Uno de los primeros métodos utilizados para depilarse data de hace más de 5.000 años y fue utilizado por los egipcios. Es el sistema de depilación con azúcar. Consistía en una mezcla de azúcar, limón y agua. También se utilizó otra «crema» hecha a base de aceite y miel. Más agresivos eran otros métodos como la utilización de fuego, piedra pómez o cal viva. En Egipto no sólo se depilaban las mujeres, sino que los sacerdotes estaban obligados a depilarse completamente, ya que la ausencia de pelo representaba pureza. Los hombres solían usar para librarse del vello de su cuerpo navajas fabricadas con sílex, hierro o cobre, tal como explica el papiro de Ebers.
En Grecia también era costumbre de buen gusto el ir completamente depilado. Prueba de ello son las estatuas griegas que siempre lucen sin «pelo». Solían eliminar el vello con velas y unas cremas a base de resinas y brea.
En la Antigua Roma los métodos para depilarse más comunes eran el «doprax» o el «philotrum» que solían estar hechas de una mezcla de ceras resinosas con otros compuestos, que se aplicaba sobre la piel y unas pinzas llamadas «forcipes aduncae» aunque al parecer el procedimiento con las pinzas era muy doloroso.
La historia de la depilación llega hasta nuestros días con métodos tan peregrinos como los utilizados en la edad media a base de cal viva y arsénico. En el renacimiento hacen su aparición las navajas de afeitar para determinadas zonas corporales y la depilación mejora notablemente. Hasta mediados del siglo XVIII no se inventa la maquinilla de afeitar.
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