Desde su lanzamiento a los escenarios de la pantalla grande en 1975, gracias al filme de Steven Spielberg basado en la novela de Peter Benchley, Jaws (difundida en el mundo hispanoamericano como Tiburón), y a su éxito en la pequeña, debido primero a los documentales de Jacques Cousteau y luego a las inacabables “semanas del tiburón” de canales como Discovery o National Geographic Channel, el tiburón blanco, el gran blanco, ha ejercido una enorme fascinación en los seres humanos, lo que por demás hace curioso que no haya tiburones blancos en acuarios.
¿Por qué no hay tiburones blancos en acuarios?
El tiburón blanco (Carcharodon caharias), con más de una tonelada de peso y hasta 7 metros de longitud, es considerado como el mayor pez depredador de los mares; está ampliamente distribuido por las aguas cálidas y templadas de todo el mundo, pero aparentemente no puede ser mantenido en acuarios, o al menos no por mucho tiempo.
Durante muchos años, el récord de duración de un tiburón blanco en un acuario lo tuvo el Sea World, en Florida, y apenas permaneció vivo 16 días. En ese tiempo el gran escualo dejó de comer y comenzó a causarse daño chocando contra el cristal, hasta morir. En las décadas de los 70, 80 y 90 se hicieron varios intentos en distintos acuarios con idénticos resultados: el tiburón se comportaba agresivamente, no se alimentaba y se golpeaba contra las paredes de los tanques que los contenían, hasta que moría.
El actual récord de permanencia y supervivencia de tiburones blancos en acuarios lo tiene el Monterey Bay Aquarium, de California, que mantuvo vivo un ejemplar durante más de seis meses, antes de liberarlo nuevamente en la bahía de Monterrey.
Este ejemplar fue capturado en la costa sur de California con apenas 1,2 m y fue trasladado en un tanque especial que hacía fluir agua continuamente a través de sus branquias para mantenerlo vivo. En Monterrey, el aún pequeño tiburón blanco fue colocado en un tanque de 10 metros de profundidad y con capacidad para 1 millón de galones de agua salada (3.785.411 litros), diseñado especialmente para tiburones.
El tiburón blanco mientras es joven se alimenta de pequeños peces, pero al crecer busca presas más grandes, como atunes o mamíferos marinos. Cuando creció un poco, el tiburón comenzó a matar y devorar tiburones de otras especies que se encontraban en el tanque y fue entonces cuando se decidió su liberación, a los 198 días.
Quizás todavía no estamos listos para mantener tiburones blancos en acuarios; son animales de gran tamaño que, aunque cazan en aguas costeras, suelen recorrer grandes distancias en aguas oceánicas, y en gran medida todavía se desconoce mucho acerca de sus hábitos y conductas. Y es por eso que si quieres verlo fuera de las pantallas del televisor tendrás que sumergirte en su medio, dispuesto a pasar de espectador a probable presa en el momento menos pensado.
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