Siberia, Rusia, fue sorprendida este verano por una ola de calor inusual que ha desterrado de las gruesas capas de hielo una bacteria mortal, neutralizada por el gélido clima siberiano por más de mitad de siglo.
La PELIGROSA y antigua bacteria liberada en Siberia: miles de renos muertos
Los locales se encuentran en Estado de Emergencia por los miles de renos muertos, 72 personas hospitalizadas y con la muerte de un niño de 12 años a causa del ántrax, una peste que no golpeaba a la zona del círculo polar ártico desde 1941.
Científicos asocian la reaparición de este fenómeno con las cálidas temperaturas de hasta 35° C que actualmente experimenta la región boreal. Explican que la descongelación del permafrost -una capa del suelo siberiano que en condiciones normales permanece con hielo sólido durante todo el año- ha liberado esta antigua bacteria mortífera. Cautiva por el frío extremo y resguardada en el interior de cadáveres humanos y cuerpos de animales por 75 años.
De acuerdo con un estudio científico mencionado por el Washington Post, el ántrax puede preservarse bajo el permafrost por unos 105 años. Alertan de que en varias zonas de la región se encuentran enterrados mucho más ganado y personas, por lo que no descartan la posibilidad de que se propague este brote, asimismo, que regresen tantas otras infecciones mortales de los siglos XVIII y XIX.
Cuando escuchamos sobre el ántrax, es común que lo asociemos con armas biológicas y que acusemos al hombre de su invención, amparándonos en hechos con los que se ha relacionado fuertemente la enfermedad. Por ejemplo, en 1916, fue el primer registro de que se manipulara la infección con propósitos bélicos, cuando rebeldes escandinavos con el apoyo del Ejército Alemán, lo emplearan contra las Fuerzas Rusas en Finlandia.
En 1979, Rusia volvió a consternarse por el ántrax cuando 64 personas murieron a consecuencia de un accidente en la Industria Soviética de Armas Nucleares, catalogado como el “Chernóbil biológico”. Más reciente fue el caso de los ataques terroristas a Estados Unidos en 2001, en los que cinco personas murieron y 22 resultaron infectadas por medio de envíos de encomiendas. Pero pese a su manejo en enfrentamientos, el ántrax, conocido también como carbunco, es un patógeno como cualquier otro que habita en los suelos. Es contagioso y severo dependiendo del caso.
El carbunco se convierte en letal cuando afecta al organismo por medio de la inhalación o por la ingestión de alimentos infectados. Se calcula que alrededor del 85% de quienes sufren estas formas de contagio, mueren a causa de choques sépticos que se desarrollan velozmente.
El ántrax cutáneo es el menos agudo y también el más frecuente. Éste se produce a través del contacto con material infectado y se caracteriza por la aparición de lesiones de gran tamaño y profundidad, sumamente dolorosas. La infección se torna peligrosa cuando el carbunco de disemina a otras partes del cuerpo, aunque esta complicación ocurre en 20% de los casos.
La reaparición de lo que llaman “la peste siberiana”, obligó al gobierno ruso ha decretar en cuarentena a ciertas áreas de la población y ha ordenado el desalojo de las que se consideran de alto riesgo. A fin de que la situación no trascienda a mayores, las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica también se encuentran desplegadas en la región para examinar los suelos y vigilar la condición de los animales.
Ya han incinerado a unos 2500 renos muertos para evitar nuevos contagios.
Lo que ocurre en Siberia nos alerta sobre un efecto secundario del calentamiento global que muchos no habíamos tomado en cuenta, ¿habías considerado la activación de bacterias letales por el deshielo?
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