Si eres de los que se apasionan por la mitología y las misteriosas criaturas que la habitan, seguro este artículo llamará tu atención. Hace un tiempo te ofrecimos un post de 10 bestias medievales asombrosas, pero en esta oportunidad queremos ir un paso más allá. Te invitamos a sumergirnos en este Bestiario de criaturas sobrenaturales, que generará un asombro continuo para nuestras mentes modernas, tan acostumbradas a lo racional y lo lógico.
¿Qué es un Bestiario de criaturas sobrenaturales?
Provenientes de los siglos XII y XIII, los bestiarios medievales solían ser, como su nombre indica, un compendio de bestias, reales o imaginarias, y se presentaban como volúmenes ilustrados; acompañados los dibujos de una enseñanza moral. Eran, en realidad, hermosos libros metafóricos en donde los animales tenían un significado simbólico en la creación total de Dios y constituyen una referencia del arte y la literatura cristiana occidental.
Estos libros pueden ser utilizados como una herramienta para el estudio y la exploración de las creencias y mitologías de diferentes culturas, así como para la inspiración en la literatura, el cine, los juegos de rol y otros medios creativos. ¿Te animas a conocer a algunas de sus criaturas más tenebrosas? Pues, ¡Empecemos!
7 criaturas fascinantes en el bestiario de criaturas sobrenaturales
1. La salamandra
Es un animal completamente real, pero en la imaginación medieval se le atribuyó la capacidad de sobrevivir al fuego. San Agustín, uno de los primeros en escribir sobre este reptil, decía de ella que era la encarnación de la resistencia del alma al fuego del infierno; y que su poder sobre las llamas era la prueba de que algo mundano podía hacer frente a los rigores infernales y sobrevivir.
En tanto que las salamandras de la Persia antigua eran un símbolo de la divinidad, las del bestiario de criaturas sobrenaturales, además de soportar el fuego, eran venenosas. Se pensaba que si una caía en un pozo podía envenenarlo y matar a un pueblo entero o la que anidaba en un árbol, no sólo lo mataba, sino que cualquier persona o animal que comiera de sus frutos moriría envenenado. Esta idea de que las salamandras resistían al fuego provino de Plinio, que fue quien afirmó que podían extinguir llamas.
2. Caladrius
Otro de los monstruos mitológicos más tenebrosos es el Caladrius, cuya historia ha sido reflejada en diferentes ediciones del bestiario de criaturas sobrenaturales. Se trata de un pájaro completamente blanco –o según ciertas historias de la época de Alejandro Magno, amarillo–, que tiene un extraordinario poder curativo. De su estiércol se decía que curaba la ceguera si se aplicaba directamente a los ojos. Plinio el Viejo la llamaba también icterus y, según él, era eficaz para curar la ictericia.
Según los mitos, el caladrius podía predecir si un enfermo se iba a recuperar: si aparecía en la cama del enfermo, se vería de inmediato si la persona iba a morir; y si miraba directamente al rostro del paciente, tomaría la enfermedad y volaría con ella, curando al enfermo.
3. Dipsa, la serpiente sedienta
Lucano dijo de la dipsa que era uno de los 17 distintos tipos de serpientes creadas cuando Perseo cortó la cabeza de Medusa: a medida que el héroe caminaba, la cabeza goteaba sangre, y allí donde caían las gotas nacían las serpientes. La dipsa nació en los desiertos libaneses. Su veneno era tan potente que hacía que las víctimas no sólo se volviesen locas, sino que su piel ardiese y se viese crujiente. Pero su verdadera maldición era provocar una inextinguible sed.
4. Anfisbena
Ésta es otra serpiente venenosa que aparece en diferentes diciones del Bestiario de criaturas sobrenaturales. Suelen describirla con dos cabezas, una a cada extremo, lo que le permite moverse con extrema facilidad. Ilustraciones posteriores le añadieron alas, patas y cuernos. Si bien afirmaban que su piel era una extraordinaria cura para distintas enfermedades, el folclore griego apuntaba que si una mujer embarazada pasaba por encima de una anfisbena viva, tendría un aborto. Y para contrarrestar el mal, la embarazada debía llevar una muerta en un frasco.
Isidoro de Sevilla, en sus famosas Etimologías –siglo VII–, le dio a la anfisbena ojos brillantísimos que disipaban la oscuridad “como linternas” y escribió que era la única serpiente que podía cazar en el frío.
5. Muscaliet
Esta extraña criatura pertenece a un bestiario escrito por Pierre de Beauvais (de quien decían que era traductor, aunque no se conocen otras obras que él haya traducido). El muscaliet habita en los árboles y lo describió como una pequeña liebre con orejas de comadreja y la cola y las patas de una ardilla.
Está cubierto de pelo áspero y duro, como el de un cerdo, y los dientes parecidos a los de un jabalí. Este raro animal era capaz de saltar de árbol en árbol e irradiaba tanto calor que a su contacto las hojas morían. Hacía sus madrigueras dentro de los árboles y podía matar a quien durmiese debajo.
6. Monoceros
Otra de las criaturas que aparecen en el Bestiario de criaturas sobrenaturales es el Monocero, también conocido como karkadann o carcazonon. Son una especie de unicornio, muy comunes en los bestiarios medievales. Con el cuerpo de caballo y su famoso cuerno, tenía los pies de elefante y la cola de un venado.
La descripción de Plinio es “cola de jabalí y cabeza de venado”. Por supuesto, del cuerno se ha dicho que tenía enormes propiedades medicinales, pero el monoceros estaba lejos de ser lo dócil y sumiso que era el unicornio. Al contrario, era muy agresivo y, según las historias de los bestiarios, su aparición era anunciada por un ensordecedor y escalofriante rebuzno.
7. Hydrus
Y cerramos nuestro recorrido por los diferentes seres del Bestiario de criaturas sobrenaturales con los Hydrus, también llamados Enhydros. Vivían a lo largo del río Nilo, en Egipto, donde merodeaban en busca de cocodrilos. Al encontrar uno durmiendo, el hydrus se cubriría de barro y se introduciría dentro de la boca del cocodrilo. Así, iría “excavando” dentro del animal y comería sus órganos internos y saldría rasgando su vientre y, lógicamente, lo mataría.
Es cierto que Isidoro de Sevilla escribió sobre el hydrus, pero fue san Antonio de Padua quien, en el siglo XII, comparó al hydrus con Cristo, quien se rebajó al barro y desafió al mal, sólo para salir victorioso del otro lado. Hay divergencias en las representaciones: unos bestiarios medievales lo describen como un ave y otros como una serpiente.
La imaginación campeaba en estos bestiarios, ofreciéndonos así sus creencias y su forma de ver el mundo. Y si te ha gustado, quédate con nosotros revisando estas increíbles criaturas de la mitología celta.