La literatura fantástica está poblada de seres increíbles que en muchos casos proceden de la mitología popular. Los autores los han adaptado a sus intereses y según qué libro estés leyendo puede variar la definición de cada uno de estos seres. Como son fantásticos, el escritor o dibujante puede dejar volar la imaginación sin ninguna traba; pues no se podrá comprobar si su descripción o ilustración coincide con la realidad. La confusión, por este motivo, es máxima. En Supercurioso queremos bucear al encuentro del origen de estas figuras.
Orcos
Los Orcos tienen su origen en la mitología celta y la palabra «Orco» viene del inglés antiguo. Se crearon para buscar un culpable cuando en los bosques ocurrían hechos extraños, que acababan en un baño de sangre. En castellano el orco corresponde al «ogro».
Se les suele representar como monstruos antropomórficos de color verdoso y más fuertes constitucionalmente que los humanos. Tienen un lenguaje muy primitivo. Viven en grupos en el que siempre el más fuerte es el jefe y no se distinguen por su inteligencia. Suelen ser muy primitivos en su comportamiento, alimentación e higiene.
Trasgos
Según el diccionario de la RAE el trasgo es un duende. Esta figura está enraizada con la tradición centroeuropea. Es una figura similar al leprechaun irlandés. Es menudo y hace travesuras. Vive normalmente en las casas, jugando a fastidiar a los humanos. La palabra trasgo viene del latín y quiere decir «el transgresor«.
En la actualidad, al trasgo se le considera un orco pequeño y miedoso.
Goblins
El término goblin lo encontramos ya en el inglés en el siglo XIV. Habitualmente se traduce como duende, pero tiene unas connotaciones que no tiene éste. El goblin es un ser menudo, como un enano, y puede ejercer la magia en pequeña escala. Son nómadas y viven entre las rocas o las raíces de los árboles.
En la literatura actual, un goblin sería un ser del mismo género que los orcos pero muy pequeño. Está al servicio de éstos y vive de lo que ellos desechan.
Gremlins
Los gremlins son pequeños seres fundamentalmente malos. Se les conoce en la tradición popular inglesa desde el siglo XV. Su nombre puede provenir de la antigua palabra inglesa «gremian», que quiere decir fastidiar o también de una gaélica «gruaimin» que significa pequeño y de mal humor.
Curiosamente, en la Segunda Guerra Mundial se popularizó mucho la figura de los gremlins, pues a ellos se achacaban todos los accidentes inexplicables que sufrían los aviones británicos. Se decía que manipulaban la maquinaria de estos.
Elfos
Por último, y para acabar con unos seres positivos, nos fijaremos en los elfos. Estas criaturas provienen de la mitología nórdica y son unos seres mágicos, bellos y jóvenes, prácticamente inmortales.
Sus poderes tienen siempre que ver con la naturaleza y, según la creencia escandinava, es posible el cruce entre elfos y humanos. Incluso se mencionan hombres que al morir han pasado a convertirse en elfos.
Son muchísimos más los seres fantásticos que de la tradición popular han pasado a la literatura: hadas, gnomos, faunos… y todos ellos pueblan las novelas que hacen volar nuestra imaginación.
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