Luis XV creía que si sus relaciones sexuales se centraban en chicas muy jóvenes no padecería ninguna enfermedad venérea. Como vimos en el artículo El Parque de los Ciervos, el burdel particular de Luis XV, su amante principal, Madame de Pompadour, le montó un burdel con mujeres muy jóvenes, prácticamente niñas, para su satisfacción personal. Una de ella fue Marie-Louise O’Murphy, a la que François Boucher retrató magníficamente en 1751 y 1752. Conozcamos su historia.
Marie-Louise O’Murphy, una de las niñas-amantes de Luis XV
Marie-Louise era la pequeña de 7 hermanos, hijos del militar irlandés -Daniel O’Murphy, de Boisfaily- que abandonó el ejército y se afincó en Rouen para ejercer de zapatero. Al morir éste, su viuda y sus hijos se trasladaron a vivir a París. Tanto el padre como la madre tenían antecedentes policiales y las hermanas de Marie-Louise fueron detenidas varias veces por dedicarse a la prostitución. Giacomo Casanova explica en sus memorias que, estando en París, la encontró sin ropa en casa de una de sus hermanas mayores que era actriz. Asombrado por su belleza la hizo pintar y ese cuadro llegó a manos de Luis XV que quiso averiguar si la modelo era tal como la habían retratado.
La joven maravilló al monarca, que la hizo su amante, instalándola en la casa del Parque de los Ciervos, donde permaneció entre 1752 y 1755. El ayuda de cámara del rey, Dominique Guillaume Lebel, fue el encargado de negociar la virginidad de la niña. Al poco tiempo Marie-Louise quedó embarazada y tuvo un aborto y más tarde dio al rey una hija, Agathe Louise de Saint-Antoine, que al hacerse mayor se casó con un noble. Sin embargo, su reinado en la casa del parque duró poco. A los dos años, creyéndose la favorita, intentó sustituir a Madame de Pompadour y esta puso freno a su ascenso expulsándola de la casa en ausencia del monarca. Eso sí, como madre de una hija ilegítima de Luis XV, fue casada con un caballero.
El afortunado fue Jacques Pelet de Beaufranchet, señor de Ayat, de buena familia pero sin fortuna, motivo por el cual seguramente accedió a la boda. Marie-Louise recibió una dote del rey de 200.000 libras, además de joyas y ropa. De este matrimonio nacieron dos hijos, una niña que murió a los 2 años y un chico que siguió la carrera militar y murió en batalla a los 20 años. Quedó viuda y en 1759 se casó con Francois Nicolás Normant de Flaghac. Como condesa de Flaghac volvió a la corte y a los brazos de Luis XV, ya que tuvo una hija en 1768, Marguerite Victoire, cuya paternidad los historiadores atribuyen al monarca. La niña recibió una espléndida dote, una pensión vitalicia y fue prácticamente apadrinada por la familia real.
Marie-Louise aún tuvo tiempo, tras la revolución francesa -en la que estuvo a punto de ser ajusticiada-, de volverse a casar con un hombre 30 años más joven del que se divorció al poco tiempo. Murió en París a los 77 años en casa de su última hija, la única que la sobrevivió. Durante su etapa en el Parque de los Ciervos fue pintada en varias ocasiones por François Boucher en obras de contenido erótico. Se conservan dos óleos uno en Munich y otro en Colonia muy similares.
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