Posiblemente la muñeca sea el juguete más antiguo de la historia de la humanidad. Se han encontrado ejemplares en tumbas egipcias datadas 2.100 años a.C. En algunos casos las muñecas eran objetos religiosos o mágicos para que los niños aprendieran a relacionarse con la divinidad, en otros, no eran exactamente un juguete ya que representaban a personas que debían acompañar a un difunto a la otra vida. Solían ser imágenes de bebés, niñas o mujeres, y podían estar hechas en muy diversos materiales. Pensadas especialmente para las niñas, pretendía en muchos casos entrenarlas para las posteriores tareas como madre. Actualmente, superada esta visión de la vida, se entregan muñecas y muñecos por igual a niños que a niñas. Veamos como fueron las muñecas a lo largo de la historia.
Las muñecas a lo largo de la historia
Las muñecas egipcias estaban hechas de madera y eran de una sola pieza. Pero datadas 200 años a. C. se han encontrado muñecas articuladas y con ropa intercambiable. Los griegos, 100 años d.C., las fabricaban de arcilla y también articuladas en hombros y cadera. En este último caso, se sabe por varios escritos que ya eran consideradas simplemente juguetes.
Las niñas romanas también contaron con muñecas móviles para su disfrute. Estaban hechas de marfil, hueso, madera, cera e incluso de yeso. Los romanos, si un niño fallecía, solían enterrarlo con sus juguetes o representarlos en la lápida de su tumba. Existía la costumbre en la antigua Roma de que las jóvenes, cuando se casaban, llevasen a los altares de Venus las muñecas que habían utilizado durante su infancia. En esta fotografía vemos una muñeca articulada romana hecha en marfil; a su lado una Barbie. ¿No hay tanta diferencia no os parece?
Las más populares fueron las de trapo, ya que se hacían en las casas a base de trozos de tela viejos. En el siglo XVII, se hacían en Inglaterra unas increíbles muñecas de madera conocidas como «Queen Anne», podían estar hechas por artesanos especializados o simplemente por padres habilidosos. Pero ya desde del siglo XV se había extendido por Europa la fabricación de muñecas.
En el siglo XIX en Alemania nació la verdadera industria actual. Empezaron a producirse cabezas de porcelana, con el pelo pintado, que se unían a cuerpos de tela o cuero. A partir de ahí el juguete fue evolucionando dando lugar a muñecas con pelo natural, que abrían y cerraban los ojos, articuladas para caminar e incluso Edison diseñó un pequeño dispositivo que hacía que dijeran «papá» y «mamá».
Actualmente existen muñecas de todo tipo y con un sinfín de mecanismos que las hacen hablar, reír, comer, hacer sus necesidades, ir en bicicleta…y sus rostros son cada vez más realistas. En muchos casos han dejado de ser juguetes para convertirse en objeto de coleccionistas.
Merecen capítulo aparte las muñecas que se hicieron a lo largo de los siglos en África, Asia o América. Verdaderas maravillas, muestra del arte popular de riquísimas culturas. Hablaremos de ellas en otra ocasión. Y ahora dinos ¿tuviste una muñeca preferida? ¿Aún la conservas?
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Imagen: AndreasPraefcke,