El Señor de los Anillos es sin lugar a dudas una de las historias fantásticas más exitosas y reconocidas, tanto en el mundo del cine como en el de la literatura. Aunque muchos ya la conoceréis, la historia trata sobre un anillo de poder que puede gobernar el mundo y que pone en marcha toda una serie de acontecimientos brillantemente narrados, en una época oscura de un medievo fantástico.
Después de la «Gran Guerra de la Tierra Media», es cuando un Hobbit llamado Frodo se embarca en una grandiosa aventura con el único fin de destruir este anillo maligno y mágico, que logra controlar con su poder a su portador, además de hacerlo invisible ante los ojos mortales. Pero, ¿de dónde sacaría Tolkien una idea tan valiosa y fascinante? ¿Se debía a su gran imaginación? Pese a que la imaginación de Tolkien no conocía límites, la verdad es que aquella historia ya se había contado años antes, en la cuna de la cultura del mundo occidental, la Antigua Grecia.
El anillo de Giges. Un anillo para gobernar
En la cultura griega existía un mito que, a pesar de no transcender demasiado hasta nuestros días, hemos conocido indirectamente gracias a Tolkien.
Originalmente esta historia fue narrada por Platón en su obra «La República». Contaba la historia de un pastor llamado Giges, que mientras caminaba por los montes se encontró con un caballo de bronce. Guiado por la curiosidad que invade a todo ser humano en este tipo de situaciones, imitando en este sentido a la ya célebre Pandora, se acercó al metálico animal y se encontró en su interior con un hombre que portaba un anillo.
Para el pastor, el hallazgo ya era algo fascinante de por sí, pero luego quedó aún más sorprendido cuando al colocar el anillo en su dedo se hizo invisible. Sin duda la historia es bastante similar a la del señor de los anillos, aunque lo más increíble es que el anillo de Giges al igual que el de Frodo o Bilbo en las historias de Tolkien, logra corromper el corazón del pastor. El pastor amable y bondadoso comienza a utilizar el poder del anillo en su propio beneficio y con fines no demasiado buenos. Se enamorado de la reina de su patria y conspira con ella para asesinar a su rey y así poder gobernar a su lado.
Con esta historia Platón buscaba exponer cómo el hombre en muchas ocasiones solo actúa de manera correcta por el miedo a ser castigado o repudiado. En este caso, como Giges sabía que podía hacer lo que quisiera sin ser castigado, no se privaba y lo hacía.
A pesar de que la historia del anillo de Giges no es muy popular hoy en día, se especula que Tolkien debió estudiarla. Una teoría que parece bastante acertada, tomando en consideración que se inspiró en muchas ocasiones de obras de culturas antiguas, desde la escandinava hasta la griega. ¿Te parece que existen más coincidencias con otras culturas o libros? Cuéntanoslas y sigue con nosotros el debate en nuestras redes sociales.
Descubre otro anillo que, como el anillo de Giges, ha sido presentado como candidato a posible inspiración de Tolkien:
– El anillo Vyne, ¿el Anillo Único de Tolkien?