Cuando un avión sufre un accidente lo primero que buscan los investigadores es la CAJA NEGRA que, en la mayoría de los casos, no es una, sino dos. Es un elemento importantísimo para dilucidar qué es lo que ha ocurrido para que se produjera el siniestro. Acompáñanos a conocer 10 cosas que quizá no sabías de la CAJA NEGRA de un avión.
10 cosas que quizá no sabías de la CAJA NEGRA de un avión
La llamada Caja Negra es un dispositivo que se utiliza tanto en aeronaves, como en algunos vehículos a motor, locomotoras de trenes e incluso en la mayoría de buques de nueva construcción. Registra las conversaciones y sonidos en la cabina de pilotaje y la actividad instrumental. Almacena esos datos para que, en caso de accidente, se puede analizar lo que ha ocurrido momentos antes de producirse éste.
1. El primer prototipo de caja negra fue diseñado por el ingeniero francés François Hussenot en 1939. Pero, tal como las conocemos hoy en día, empezaron a utilizarse en 1958. La idea partió del australiano David Warren al que en 1953 se encargó la investigación de varios accidentes inexplicables de aviones Comet. Pensó que si pudiera tener un registro de los últimos momentos antes del siniestro tendría una idea muy aproximada de lo ocurrido.
2. Se les llamó cajas negras al principio de su utilización. No se sabe exactamente el motivo. Se piensa que pudiera ser por los primeros prototipos de la RAF que estaban pintados de negro o porque esos primeros dispositivos incluían unas placas fotográficas y las cajas funcionaban como las de revelado.
3. Las cajas negras enseguida se pintaron de naranja para facilitara su localización en caso de siniestro.
4. Cuando se trata de aviones comerciales de gran tamaño, no se lleva una caja negra, sino dos. La primera graba las conversaciones de la tripulación y los sonidos que se producen en la cabina. La segunda es un registrador de los datos del vuelo como son la altitud, velocidad, rumbo, etc.
5. Las cajas negras actuales usan microcircuitos de memoria flash. Gracias a esto pueden de almacenar datos durante varios años. Graban digitalmente las conversaciones y los sonidos de cabina que se van produciendo, conservando cada vez entre los últimos 30 minutos y las últimas dos horas dependiendo del modelo.
6. Las cajas negras pasan cinco pruebas de resistencia. La primera es la prueba de resistencia a impactos. Con una pistola de gas se lanza el registrador de vuelo contra un blanco hecho de aluminio y llegando a una fuerza máxima de 3.500 kilos.
7. La prueba de resistencia a la penetración consiste en la descarga, desde 3 metros de altura, contra la caja, de una masa que pesa 225 kg. y que tiene una punta de acero templado.
8. La tercera prueba mide la resistencia a la inmersión a gran profundidad. Se pone la caja durante 24 horas dentro de una cámara con agua marina a gran presión.
9. Prueba de resistencia ignífuga. En este caso el registrador de vuelo debe resistir llamas a 1.100 grados centígrados.
10. La última prueba es la de resistencia al aplastamiento estático. Se le aplica una compresión de más de 2.300 kilopondios a través de un actuador.
Las cajas negras son importantísimas y los datos que de ellas se recogen sirven para evitar futuros siniestros. Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer el post: ¿Que zona del avión es más segura?