Al contrario de lo que se pueda creer, el control de la natalidad, así como la planificación familiar son prácticas tan básicas como la misma subsistencia, puesto que en todas las sociedades, incluso las más primitivas por así decirlo, contaban con sus propios técnicas de control de crecimiento demográfico. Prueba de esto que te contamos, es que ya se disponía de una amplia variedad de métodos de contracepción en la Antigua Grecia. ¿Quieres saber cuáles eran?
Infanticidio, aborto y contracepción en la Antigua Grecia
Tan pronto como el hombre toma consciencia de que la penetración vaginal conlleva, por lo general a un embarazo, que según el momento puede ser o no deseado, es cuando comienza a buscar alternativas que puedan aplacar sus instintos, sin que por ello se tenga que producir un embarazo así es como nace la práctica sexual de la pedicación o coito anal. Como una variante de esta misma podía practicarse el coito con una persona del mismo sexo, que habitualmente solía ser un niño, pues se trataba de una especie de formación o traspaso de conocimientos, que además estaba institucionalizada tal y como expone Aristóteles, en su obra: Política (2.1272a 22-24) donde justifica la pederastia como método de control demográfico.
Si contemplar la pederastia como método de contracepción en la Antigua Grecia era una verdadera aberración, no lo era menos la exposición, que no era otra cosa que el abandono de las criaturas recién nacidas cuando estas aún no habían sido “reconocidas o aceptadas” por el padre. Por ello, estos no tenían aún ningún “deber o responsabilidad” hacia estos nuevos miembros de la familia y la exposición podía realizarse sin pena o remordimiento. Normalmente este proceso se llevaba a cabo cuando los recienacidos presentaban alguna deficiencia o estaban enfermos, pero también había casos en los que el abandono se realizaba por razones económicas, con la esperanza de que estos fueran adoptados por familias que no podían tener hijos.
Otra opción que tenían las mujeres de la Grecia Antigua era el derecho al aborto, pues según Aristóteles el feto no tiene “alma” antes de los 40 días de la concepción, si este era varón si por el contrario era una hembra entonces la criatura no tenía alma hasta los 90 días después de su concepción. Por lo que respecta a las técnicas abortivas, los griegos conocían tanto las quirúrgicas como las químicas, siendo éstas últimas las más practicadas por entrañar menor riesgo de mortalidad para la madre. Para ello se utilizaban un amplio surtido de plantas medicinales como: la ruda, la menta poleo, la mirra, el enebro y la huancahuisacha.
Una amplia variedad de métodos, realmente escabrosos. ¿Quieres saber más de la vida en su faceta más sórdida en la Antigua Grecia? No te pierdas: La normalizada prostitución en la Grecia Clásica.
Imágenes: Bernhard Rode, Wikimedia,