El cuento de la Cenicienta ha llegado hasta la muchos de nosotros de la mano de la factoría Disney, pero está basado en un cuento popular que, tanto los hermanos Grimm como el francés Perrault, recogieron en sus libros. Sin embargo, las raíces de la narración parecen estar mucho más alejadas en el tiempo: La historia de la esclava Ródope, el origen egipcio de la Cenicienta.
La historia de la esclava Ródope, el origen egipcio de la Cenicienta
La historia, cuento o leyenda de Ródope fue recogida por varios autores griegos, aunque existen versiones muy diferentes, todos ellos sitúan los hechos en Egipto. Ródope, en griego clásico, significa «mejllas rosadas». Esta es la versión más parecida al cuento que después se extendió por Europa.
Ródope era una bella muchacha nacida en Grecia que había sido raptada por unos piratas y vendida en Egipto. Su amo era un anciano, buena persona, pero que no se enteraba de lo que ocurría en su hogar y, por tanto, no sabía que las criadas libres que servían en su casa se reían de Ródope por el color de su cabello rubio y sus ojos verdes. Además, la piel de las sirvientas era de un tono cobrizo, mientras que la de la esclava era muy pálida y sus mejillas se sonrojaban fácilmente con el sol. La apodaron Ródope y con ese nombre pasó a la historia.
Ródope tenía como únicos amigos a los animales de la casa y de las orillas del Nilo, pues las otras chicas la hacían cargar con las tareas más pesadas. Un día su amo la vio bailando cuando se encaminaba al río y, asombrado por su talento, le regaló unas sandalias rojas y doradas para que llevara los pies cubiertos. A las otras muchachas las roía la envidia.
Pasado un tiempo el faraón se hallaba en Menfis y convocó a todos sus súbditos a una gran fiesta. Las chicas, incluida Ródope, se engalanaron para el acontecimiento, pero al momento de salir, obligaron a la esclava a quedarse a terminar unas tareas, de manera que perdió el transporte, una balsa, que iba a llevarlas a la ciudad. Desolada, se acercó al río a ver a sus amigos los animales. Se descalzó y al dejar las sandalias en la orilla, un halcón se acercó volando y le robó una de ellas. Ródope no dijo nada, ya que intuyó que era el dios Horus el que se había llevado el calzado. Se volvió a la casa guardando la sandalia que le quedaba entre sus ropas.
Mientras, el faraón observaba aburrido la fiesta, cuando un halcón depositó en su regazo una sandalia roja y dorada. Creyendo que era el propio Horus el que le enviaba una señal, recogió el zapato y empezó a buscar a la dueña del zapato por todo Egipto. Primero por tierra y luego en su barca por el Nilo. Llegaba a los embarcaderos y todas las muchachas del lugar acudían a probarse la sandalia. Recaló el navío cerca de la casa en que vivía Ródope y todas las sirvientas hicieron cola para probar suerte. Sólo ver la prenda supieron que era la de Ródope, pero no lo dijeron y la esclava no se atrevió a acercarse a calzarse la sandalia. Cuando acabó con todas, el faraón iba a marcharse cuando vio a Ródope escondida entre los juncos, la hizo acercarse y la invitó a probarse el zapato. La chica se la calzó y le enseñó la pareja que tenía guardada entre sus ropas. El faraón exclamó que la haría su reina. Las sirvientas protestaron diciendo que era extranjera, a lo que él contestó que Ródope era la más egipcia de todas ya que sus ojos eran verdes como el rio Nilo, su pelo tenía el color del papiro y la piel tenía un tono tan rosado como la flor de loto.
Como veis, la historia es realmente similar a la de Cenicienta, y no es la única leyenda o cuento semejante que se puede encontrar en otras culturas desde la antigüedad. En la propia Grecia, existían otras versiones de la historia, en la que Ródope era una cortesana y en China y Vietnam existen cuentos muy parecidos.
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