Eugene Cernan, el undécimo ser humano en pisar la Luna, y el duodécimo y último astronauta también en observar la Tierra desde la superficie de su satélite natural, murió el 16 de enero de 2017, 46 años después de su extraordinario viaje en el Apolo XVII.
Muere el último astronauta que caminó sobre la Luna
Si el sueño de Cernan era ser astronauta, fue un hombre afortunado. Nacido en Chicago (Illinois) en 1934, e hijo de inmigrantes europeos, se graduó de ingeniero eléctrico y se incorporó a la marina estadounidense, donde se capacitó como piloto naval. Al iniciarse el programa espacial fue reclutado por la NASA y realizó una primera salida al espacio en la Gemini 9A, en 1966, convirtiéndose en uno de los primeros hombres en realizar una caminata espacial. Tres años después, en 1969 fue a la Luna como piloto del módulo lunar del Apolo X, el vuelo previo al primer descenso en la superficie lunar, y en 1972 volvería a la Luna como comandante de la última misión Apolo, la Apolo XVII.
Cernan se convirtió así en uno de los 3 seres humanos que viajó a la Luna dos veces, y uno de los 12 astronautas que pisaron la Luna, de los que actualmente sólo quedan 6 vivos. En 2007 Eugene fue objeto de un documental, El último hombre en la Luna, donde narró la extraordinaria experiencia que fue ese último viaje. Para la misión Apolo XVII Cernan se capacitó en geología, y una vez que alunizaron realizaron varias tareas relacionadas con esta disciplina, y rompieron algunos récords.
Apenas en su primera EVA (actividad extravehicular, por sus siglas en inglés), Cernan y Harrison (Jack) Schmitt, pasaron más tiempo fuera que toda la expedición de Aldrin y Armstrong, los primeros astronautas que pisaron la Luna. Además recorrieron unos 35 kilómetros en el vehículo lunar “Rover” y recolectaron muestras que pudieran ayudar a determinar el origen de nuestro satélite. Con 75 horas, fue la misión que más tiempo permaneció en la superficie lunar.
Poco antes de despegar para volver a unirse al módulo de comando y emprender el retorno a la Tierra, dijo una frase menos conocida que la de Armstrong, pero que quizás fue un buen cierre para las misiones Apolo:
“Salimos como llegamos, y si Dios quiere, volveremos, con paz y esperanza para toda la humanidad”.
Eugene Cernan ha muerto a los 82 años en un hospital de Houston (Texas), pero deja un recuerdo imborrable y único, y no estamos hablando metafóricamente: poco antes de volver al “Challenger” (el módulo de aterrizaje), escribió en la superficie las iniciales de su hija Tracy, “TDC”, convirtiéndose así en el primer ser humano en escribir sobre otro cuerpo celeste y en el último astronauta en pisar la Luna. Dado que en ella no hay erosión, estas letras podrían permanecer allí por miles de años.
¿Te interesó el post? Seguro te interesará también leer si podemos ver las banderas plantadas en la Luna desde la Tierra y el primer reloj que viajó a la Luna.