Japón es una tierra rica en leyendas. Muchas surgieron siglos atrás y hoy en día podemos verlas reflejadas en cómics o películas. En Supercurioso os hemos hablado de varias de ellas en los post: 4 escalofriantes leyendas urbanas japonesas o Leyendas de Japón: los fantasmas Gaki y Yūrei. En esta ocasión os traemos la leyenda de Yuky-Onna, la mujer de hielo, si la ves huye o morirás.
Yuky-Onna, la mujer de hielo
La leyenda de esta mujer de hielo se remonta al siglo XIV, en el período Muromachi, ya se hablaba de ella. Se la conoce especialmente en las zonas más altas y frías de Japón. Nadie sabe quién era Yuky-Onna o porqué mata a los viajeros en medio de las tormentas de nieve, pero algunos relatos apuntan a que era una sirvienta del dios de la montaña y otros que era una mujer asesinada en el bosque en busca de venganza. Su nombre, Yuky-Onna significa «mujer de hielo», «mujer de nieve» o «mujer carámbano». Se la describe como una joven alta, delgada, con ojos color violeta, bien parecida, de piel casi transparente y con el pelo completamente blanco. Se alimenta de energía humana, y cuando encuentra viajeros perdidos en la nieve posa sus labios sobre su boca y absorbe toda su energía dejándolos congelados. A veces se presenta como una madre con un niño en brazos. Cuando el humano incauto toma al bebé en su regazo, queda automáticamente convertido en un bloque de hielo.
La historia más popular entorno a esta figura nos cuenta que dos leñadores, uno joven y otro anciano fueron atrapados por una tormenta de nieve y se refugiaron en una cabaña. Se durmieron y el más joven, de nombre Minokichi, se despertó al notar un viento helado entrando por la puerta de la cabaña que estaba abierta. Al mirar en esa dirección vio a una mujer vestida de blanco, etérea, que inclinada sobre su compañero lo dejaba congelado con su aliento, era Yuki-Onna. Cuando la mujer se acercó a Minokichi lo vio tan joven y bello que se apiadó de él y no lo mató, pero le hizo prometer que no contaría a nadie lo ocurrido o volvería para acabar con él.
Minokichi se casó un año después con una joven llamada O-Yuki, que quiere decir nieve. Su matrimonio era muy feliz y tuvieron varios hijos. Hasta que un día el chico olvidó su promesa y le contó lo ocurrido en la cabaña a su esposa. En ese momento O-Yuki se convirtió en Yuki-Onna y le recordó el juramento. Cuando estaba a punto de acabar con su vida, volvió a apiadarse de él, pues era un padre excelente. Lo dejó al cuidado de sus hijos y desapareció para siempre.
La figura de Yuki-Onna, realmente personifica la muerte que acecha a los que se encuentran inmersos en una gran tormenta de nieve, con pocas posibilidades de sobrevivir. La leyenda ha ido evolucionando y de ese ser terrorífico ha pasado a tener un lado más amable en los cómics y en la literatura moderna.
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