Muy lejos de su habitat natural, en una de las verdes islas de Irlanda, se pueden encontrar cientos de Ualabíes, una especie pequeña de marsupiales o pequeños canguros originarios de Australia. A través de las décadas, el extraño espectáculo de estos canguros desplazados ha atraído la atención de muchos turistas. Descubre la historia detrás del curioso caso de la isla irlandesa habitada por canguros.
Hay un isla irlandesa habitada por canguros. ¿Cómo llegaron allí?
El nombre de la isla Lambay proviene del antiguo lenguaje nórdico y significa «isla de corderos», pero aunque esos animales también viven allí, lo que hace que este lugar resulte extraordinario son otros habitantes que han hecho de la isla su improbable hogar.
Con un poco de suerte, en cualquier momento dado, entre 100 y 140 ualabíes (Wallabies en inglés) de cuello rojo vagan por los terrenos, rebotando lejos de los turistas, los residentes y pastando en la hierba junto al ganado y los ciervos.
Nativos de Australia, los wallabies desplazados han atraído mucha atención y curiosidad durante las décadas, pues resulta extraño encontrarlos tan lejos de su país nativo. De hecho, la isla Lambay es el único otro lugar en el que habitan.
La historia se remonta a abril de 1904, cuando el banquero Cecil Baring estaba leyendo el periódico Field de Irlanda, en el que se encontró con un anuncio que llamó su atención. «Isla en venta», rezaba el clasificado que se refería a Lambay. La isla había sido propiedad durante la mayor parte del siglo anterior por la familia Talbot.
Baring pagó una suma de entre 5250 y 9000 libras esterlinas (alrededor de 700,000 a 1,200,000 dólares hoy), una inversión que aseguró que Lambay fuera una propiedad de Baring heredada de una generación a otra. Cecil encargó a un arquitecto llamado Edward Lutyens la renovación del castillo desgastado que se encontraba en la propiedad y, finalmente, se convirtió en un refugio para el hijo adulto de Cecil, Rupert.
En los años 50, los Barings habían planeado construir un zoológico en Lambay. Entre los animales traídos se contaban estos pequeños canguros, tortugas, y lagartos. No se sabe cuántos fueron entregados o cuántos sobrevivieron, pero al parecer los ualabíes eran los predilectos de Rupert.
Por eso, en la década de 1980, cuando el Zoológico de Dublín experimentó un aumento en el número de estos pequeños marsupiales, los Barings acordaron tomar siete de ellos para Lambay.
Rupert murió en 1994, pero los ualabíes permanecieron en la isla. El hijo de Rupert, James, un piloto que poseía el Regent Sound Studio de Londres que recibió a los Beatles y los Rolling Stones, heredó la isla.
James Baring murió en 2012, dejando la isla a Lambay Estate Company a su hijo, Alex, que es un residente de medio tiempo en la isla y planea abrir el área a un comercio turístico de alta gama, donde los pequeños canguros sean una parte del atractivo.
De acuerdo con Kevin Drees, director de cuidado de animales en el Zoo de Blank Park y experto en ualabíes cautivos, se trata de una especia bastante adaptables, gracias a la capacidad de crecer una densa capa de piel, que les permite hacer frente a temperaturas más frías que los canguros, una de las razones por las que son tan populares en los zoológicos.
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Imágenes: Wikimedia Commons