«Lo que fácil llega, fácil se va». Esta frase la hemos escuchado constantemente y por eso, muchas personas al dar consejos de relaciones suelen sugerir la vieja táctica de «hacerse el difícil». De acuerdo a investigaciones científicas, este recurrente consejo tiene una base y es altamente efectivo, pero saber cómo y cuándo hacerlo es un poco más complicado. Descubre las repuestas a estas interrogantes.
¿Cómo y cuándo hacerse el difícil para atraer a una posible pareja?
Durante una investigación realizada por Robert Cialdini, uno de los principales expertos en persuasión, se descubrió que las personas valoran y desean más algo cuando es raro o difícil de obtener.
En el 2009, Cialdini bautizó este fenómeno como el Principio de Escasez . A través de numerosos experimentos, Cialdini y otros han encontrado que hacer algo sea considerado «raro», en el sentido de que es poco común, de tiempo limitado, o único, aumenta su percepción de atractivo y valor.
Esto también aplica a las personas a quienes consideran como candidatos para una relación de pareja. En general, estar en el extremo receptor de las señales complejas e inciertas de otra persona aumenta el deseo, pero la decisión de hacerte o no el difícil no es siempre sencilla, pues investigaciones recientes han encontrado que, aunque a veces es una buena manera de construir el deseo, en ocasiones puede ser absolutamebte contraproducente.
Entonces, ¿cómo saber cuál es el momento indicado y la manera correcta de hacerse el difícil?
Un grupo de investigadores indagó el cuándo de esta cuestión y teorizaron que tal estrategia puede tener efectos únicos en diversas emociones. Específicamente, sugirieron que hacerse el difícil podría aumentar los sentimientos de deseo (un deseo de perseguir a la persona distante), pero al mismo tiempo puede disminuir los sentimientos positivos.
Los investigadores manejaron la hipótesis de que la estrategia de hacerse el difícil sólo podría funcionar en determinadas circunstancias -específicamente, cuando la pareja ya está emocionalmente algo involucrada en la relación-. En otras palabras, si la persona no está interesada en cierto grado, hacerse el difícil no lo motivaría a perseguir al otro.
Tras conducir dos experimentos al respecto con estudiantes de la Universidad de Hong Kong, descubrieron que hacerse el difícil y «ser fácil» tenían efectos opuestos sobre las emociones. Las personas que actuaron interesados en la cita (es decir, fáciles) fueron vistos como más positivas y simpáticas. Mientras que aquellos que actuaron distantemente (difíciles) despertaron más interés y deseo, pero menos sentimientos positivos.
Asimismo, también concluyeron que hacerse el difícil sólo funciona cuando alguien ya está (al menos un poco) interesado.
Cómo hacerse el difícil
En otra investigación, los especialistas estudiaron varios comportamientos que las personas emplean para hacerse el difícil y el efecto que esto tiene sobre potenciales parejas. Los investigadores pidieron a un grupo inicial de participantes que enumeraran los comportamientos que las personas usan para hacerse los difíciles mientras que un segundo grupo de participantes clasificó la frecuencia de tales comportamientos.
Así encontraron varios comportamientos recurrentes como actuar con confianza, limitar lo que revelan de sí mismo, y no expresar muchas emociones. También destacaron el hablar con otras personas que no sea el compañero deseado, coquetear con ellos, o incluso salir con otras personas, dar contacto físico accidental, pero ofreciendo un afecto físico limitado, entre otras acciones.
De la misma manera, resaltaron que es común actuar de manera sarcástica pero amable; con juegos y burlas, además de mantenerse ocupado, y priorizar otras cosas antes que a esa persona.
¿Utilizas alguna de estas tácticas?
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