Carrie Fisher, recordada como la querida princesa Leia Organa en su inolvidable papel en Star Wars, escritora y actriz, abierta a desnudar el alma para romper con todo estigma sobre los problemas de alcoholismo, adicción a las drogas y enfermedades mentales, partiendo desde su propia experiencia, nos estremeció por completo con la noticia de su fallecimiento el 27 de diciembre de 2016.
A los 60 años, su existencia cesó, después de que en un vuelo con ruta Londres-Los Ángeles sufriera un infarto masivo, el 23 de diciembre. Recientemente, la Oficina Forense de Los Ángeles ofreció más detalles acerca cómo murió Carrie Fisher, manejando una apnea del sueño como posible causa.
¿De qué murió Carrie Fisher? Un informe forense revela los detalles
En el nuevo informe los funcionarios esclarecen que Carrie Fisher, la princesa Leia, posiblemente murió por una apnea del sueño, una condición con la que la persona deja de respirar por unos segundos o minutos durante el descanso. Aunque, de hecho, la manera en qué murió exactamente sigue catalogándose como “indeterminada”, debido a una combinación de factores.
En parte se debe a que en el reporte toxicológico describieron que en el organismo de Fisher hallaron múltiples drogas, como cocaína, metadona, opiáceos y etanol. Asimismo, la autopsia reveló que padecía una cardiopatía aterosclerosa.
Tras hacerse públicos los detalles del informe forense, la hija de Fisher, Billie Lourd, emitió una declaración a la revista People refiriéndose especialmente al asunto del consumo de drogas. Lourd contó que su madre luchó contra la adicción a las drogas y el trastorno bipolar durante toda su vida, y final y desgraciadamente murió por estas mismas causas.
«Ella habló sobre la vergüenza que atormenta a la gente y sus familias confrontadas por estas enfermedades. Conozco a mi madre, ella querría que su muerte animara a la gente a ser abierta sobre sus luchas. Buscar ayuda, luchar por el financiamiento del gobierno para programas de salud mental. La vergüenza y esos estigmas sociales son los enemigos del progreso a las soluciones y, finalmente, a la cura. Te quiero, Momby.”
Fisher no se reservó este lado oscuro, se armó de valor, y en 2001, lo liberó en una entrevista para Psychology Today en la que relató su lucha personal, los desafíos de ser una adicta a las drogas al mismo tiempo que lidiaba con una enfermedad mental. Todo esto con el propósito de motivar a que personas que atraviesan por situaciones afines encuentren apoyo y ayuda profesional.
Confesó que durante el rodaje de “The Empire Strikes Back” consumía cocaína y una mezcla de drogas recetadas, alegando que la hacían sentir “más normal” con respecto al trastorno bipolar. Nuestra querida Fisher recibió un toque de alerta por parte de su cuerpo, cuando sufrió una sobredosis. Entonces, comprendió que definitivamente esta no era la manera de enfrentarse a sus problemas. No obstante, el camino para superar la adicción estuvo minado de obstáculos, como lo estaría el de cualquiera.
Ahora sabemos un poco más de cómo murió Carrie Fisher, una de las actrices que más nos han encandilado dentro y fuera de la pantalla. Sólo podemos desear que su lucha por dejar atrás los estigmas y por animar a quienes sufren adicciones y/o trastornos mentales a abrir sus corazones y a expresarse, dé sus frutos.
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