El año 1999 se estrenó una película basada en la novela de Michael Crichton «El devorador de cadáveres»; en la mayoría de países de habla hispana se tituló «El Guerrero número 13» o «13 Guerreros». Algunos disfrutamos con la épica aventura del árabe protagonista que viaja como castigo por un desliz amoroso a los reinos del norte de Europa. Aunque el film fue un desastre económico, con los años se ha convertido en una obra de culto valorada por muchos. Lo que quizá no todos saben es que la figura principal se basa en un personaje real: Ahmad Ibn Fadlan, el auténtico Guerrero número 13.
Ahmad Ibn Fadlan
Ahmad ibn Fadlān ibn al-Abbās ibn Rāšid ibn Hammād fue un viajero y escritor árabe que vivió en el siglo X. En el año 921, el Califa abasí de Bagdad, al-Muqtadir, envió una delegación diplomática, encabezada por un eunuco de su corte llamado Susan al-Rassi, a la corte de iltäbär, al reino de los búlgaros del Volga.
Ahmad Ibn Fadlan viajó en la expedición como secretario de Susan al-Rassi, ya que era un gran entendido en jurisprudencia islámica. El verdadero motivo de la expedición era que el reino de Iltäbär rindiera homenaje al califa de Bagdad a cambio de dinero para una fortaleza, una mezquita y la introducción del Islam en su reino. La empresa fracasó ya que, aunque llegaron a su destino, Bolghar, la capital, cuando estaban a orillas del Volga, fueron capturados por un grupo de vikingos, los «rus», que se los llevaron hacia el norte en una de sus campañas.
En el escrito sobre su aventura que presentó al volver a su tierra describió a los que él llamaba «rus», denominación de la que proviene «rusos», y decía de ellos:
«Nunca he visto especímenes físicos más perfectos, altos como palmeras de dátiles, rubios y rubicundos;»
También describió sus armas y sus ropas:
«…los hombres llevan una prenda que cubre un lado del cuerpo y deja una mano libre. Cada hombre tiene un hacha , una espada y un cuchillo…»
Y también la de sus mujeres:
«Cada mujer lleva en cada pecho una caja de hierro, plata , cobre u oro ; El valor de la caja indica la riqueza del marido.»
Este grupo eran en realidad los varangios, varegos, varengos, vikingos suecos que seguían rutas comerciales hacia el sur a través de Rusia, Ucrania y Bielorrusia. Vendían principalmente esclavos y pieles. De los vikingos describió sus tatuajes, se horrorizó ante su poca higiene y se asombró de su afición a peinarse todos los días.
También describió el entierro de un jefe vikingo que incluía un sacrificio humano. En ese caso el de una mujer. Según la descripción de Ahmad ibn Fadlān, los esclavos consideraban un honor morir para acompañar al jefe difunto.
La única versión conocida, pero incompleta, del manuscrito de Ahmad ibn Fadlān fue publicada en 1823 por Christian Martin Frähn por primera vez, pero en 1923 se encontró en el Museo Astane Quds , Mashhad en Irán un manuscrito del siglo XIII que además de otros tratados geográficos, contenía la transcripción completa del documento del viajero y escritor. A partir de ahí, se publicó y se dio a conocer en todo el mundo.
La novela de Crichton, aunque aparenta ser la traducción del manuscrito de Ahmand, sólo está basado en la parte formal de sus descripciones y contiene abundantes «licencias» para hacer más interesante la película.
¿Sabías que la novela y la película se basaban en un personaje histórico real? Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer:
–4 películas que no sabías que estaban basadas en hechos reales