A diferencia de muchos reyes, Alejandro sólo contrajo matrimonio con tres mujeres: Barsine, Roxana y Parysatis. Las esposas de Alejandro Magno fueron mujeres increíbles, bellas e intrépidas, pero esto no bastó para que Alejandro las amara. En Supercurioso, nos encantan las historias de mujeres inspiradoras. Por ello, hoy queremos contarte qué hay detrás de «las mujeres de Alejandro Magno» además de algunos secretos amorosos del gran rey. ¿Nos acompañas a conocerlas?
¿Quiénes eran las esposas de Alejandro Magno?
Todos conocemos quién fue Alejandro Magno: con una gran preparación tanto militar como intelectual, se lanzó a la conquista del imperio persa para vengar las afrentas que éstos habían infligido a los griegos durante siglos. Murió a los 33 años habiendo contraído matrimonio 3 veces y dejando atrás grandes amores. Las esposas de Alejandro Magno, así como sus amantes, no sólo fueron de vital importancia en su vida, sino también en la historia.
Alejandro, en su adolescencia, no demostró mayor interés por las mujeres. Fue Olimpia, su madre, quien introdujo a los aposentos de Alejandro a una experta Hetaira o dama de compañía llamada Calixena, para despertar así el interés de Alejandro. Sin embargo, esto no sucedió. A pesar de ello, y con el tiempo, Alejandro terminaría compartiendo su vida con mujeres tan hermosas como inteligentes y experimentadas, que le ayudaron a forjar su personalidad. Ahondemos en sus historias.
1. Roxana, su primer amor
El gran amor de Alejandro Magno fue Roxana, nombre propio que en la antigua lengua persa significa «luz». Roxana, además de una de las esposas de Alejandro Magno, era hija de Oxiartes, un cacique rebelde. Fue la princesa de Bactria (actual Afganistán), que después de un ataque a su reina tuvo que casarse con su captor. Cuando Alejandro la vio, se enamoró, renunció a su derecho de captura y pidió a su padre casarse con ella.
De Roxana se decía que era «la dama más hermosa de toda Asia». Sin duda, el matrimonio tenía un sentido político pero, al mismo tiempo, a sus 29 años, conoció el amor. Los documentos nos hablan poco de la relación entre ellos dos. Sabemos que, al poco tiempo de casarse, tuvieron un aborto y que, posteriormente, tardaron más de cuatro años en tener un hijo. El hijo nacería después de que Alejandro hubiera muerto.
Roxana acompañó a Alejandro durante sus campañas. Para que su hijo, Alejandro IV, fuera el único heredero, mandó asesinar a la segunda esposa de Alejandro, Barsine, a la hermana de ésta y a la tercera mujer, Parysatis. Era una mujer de gran belleza y carácter autoritario, que fue protegida por su suegra, Olimpia de Epiro, hasta que esta fue asesinada. Cinco años después, ella misma y su hijo morirían a manos de Casandro, uno de los generales de Alejandro.
2. Barsine-Estatira. ¿Una invención?
En el año 333 a. C. Barsine se convirtió en una de las esposas de Alejandro Magno, unos diez años mayor que él. Barsine había sido anteriormente esposa de Mentor y de Memnón de Rodas. Era hija del rey Darío III, que fue derrotado por Alejandro. Éste no sólo mantuvo con vida a la familia de Darío, sino que además los trató como si fueran la suya propia.
Al regreso de una de sus campañas, pensó que políticamente era conveniente estrechar los lazos con el territorio persa conquistado, por lo que organizó una boda múltiple. En ella, Alejandro desposó a Barsine, su gran amigo y amante Hefestión a la hermana menor, Dripetis, y 100 de sus generales se casaron con otras tantas nobles persas. Para la historiadora Mary Renault, las relaciones de Alejandro con Barsine son una constitución de poder.
3. Parysatis, la tercera de las esposas
A principios del año 324 a. C., se celebraron las «Bodas de Susa»: allí, Barsine y Parysatis se convirtieron en las esposas de Alejandro Magno. Parysatis fue la hija del anterior rey persa Artajeres III. El conflicto de tener otra mujer generó entre ambas una profunda discordia. Las bodas se celebraron según el ritual persa; se instalaron unos sillones para las novia, ambas a los costados de Alejandro. Como ya hemos adelantado, Parysatis también fue asesinada por Roxana en su intento de salvaguardar el trono del imperio para su hijo aún no nacido, ya que, al igual que Barsine, cabía la posibilidad de que estuviera embarazada.
Alejandro había tenido un hijo con una de sus amantes llamada también Barsine. El joven, conocido como Heracles de Macedonia, murió asesinado junto con su madre cuando contaba con 17 años, y había sido nombrado por algunos generales único sucesor superviviente de Alejandro Magno. Las tres esposas de Alejandro Magno y sus dos hijos murieron asesinados víctimas de las luchas por el poder.
Alejandro Magno y su mejor amigo, Hefestión
Cabe mencionar que, pese a las conocidas esposas de Alejandro Magno, algunos historiadores señalan que el gran amor de su vida fue su amigo y compañero, Hefestión. Muchos historiadores aseguran la homosexualidad de Alejandro y están de acuerdo en señalar en que su gran amor no fue ninguna de sus esposas, por el contrarío fue su mejor amigo, Hefestión. Alejandro incluso organizó la boda de su mejor amigo; él se encargó de elegir a la mujer que acompañaría a Hefestión. Eligió a la hermana de su propia esposa, la hija menor: Dripetis, quien no debía interrumpir las salidas fortuitas o amoríos de Hefestión con Alejandro.
El rey demostró su amor por Hefestión hasta el último instante, cuando este yacía muerto a causa de una mala dosis en su medicamento. Alejandro se vio fuertemente afectado por la muerte de su gran amigo y amor, tanto que se hace eco sus sentimientos de dolor. Este se encargó personalmente de organizar su funeral y de asesinar al médico Glaucias por haberle dado la dosis errónea. Ordenó también hacer sacrificios en honor a Hefestión, y cuentan algunas historias que lloró su perdida inconsolablemente durante días, Hefestión no solo era una persona especial en su vida, tenía un lazo inquebrantable con él, que ninguna de sus esposas logró conseguir.
Como ves, Alejandro fue un hombre que amó sin medida alguna. Sin embargo, las mujeres de Alejandro Magno más que acompañantes y esposas, tenían una historia que estaba entre las relaciones de poder y el amor. Las tres fueron figuras emblemáticas que contribuyeron a acrecentar la fama de Alejandro. Después de la muerte del rey, el general Casandro quiso eliminar cualquier signo visible del reinado de Alejandro, deshaciéndose de todos sus hijos y concubinas. En nuestra memoria quedaran algunas de las frases de Alejandro Magno más inspiradoras y cautivadoras de su vida.
Esperamos que hayas disfrutado conociendo la historia de las tres mujeres de Alejandro Magno. Y, si quieres indagar más en la vida de este personaje, te recomendamos el artículo sobre cómo murió Alejandro Magno, donde conocerás las hipótesis más valoradas. Mientras tanto, nosotros te esperamos en nuestro blog con muchas más curiosidades. 🙂