Cuando hablamos de ansiedad, automáticamente pensamos en esa sensación desagradable que se prolonga en el tiempo, y que se vuelve intolerable emocionalmente. Pero este no es siempre el caso, pues existe algo como la ansiedad positiva.
Este tipo de ansiedad suele manifestarse con situaciones cotidianas, sobre todo en aquellos individuos que acostumbran a preocuparse demasiado, entre tanto les queden varias tareas por tachar en la lista de cosas por hacer. ¿Perteneces a este grupo? ¿Qué te parece si te decimos que, algo negativo como la ansiedad, puede transformarse en un plus en cuestiones de productividad y motivación laboral o académica? Es lo que sugiere el siguiente estudio.
Cómo la ansiedad positiva puede ser provechosa
El Journal of Individual Differences fue el responsable en publicar los resultados del mismo, donde se distinguen diferentes niveles de ansiedad en los pacientes involucrados. El propósito de ello era identificar cómo interactuaban estas personas con distintos matices de este estado anímico, en relación a su desempeño diario o la motivación.
En los casos más complejos de ansiedad, la depresión provocaba actitudes limitantes que afectaron notablemente la productividad de los participantes. Sin embargo en otros encontraron que la ansiedad, a pesar de los niveles de estrés que genera, funcionaba como combustible para avanzar en la carrera contra el tiempo y los asuntos pendientes.
Enfocándose en las conexiones con la productividad, clasificaron la ansiedad en: baja ansiedad-motivación para el primer caso, y alta ansiedad-motivación para el segundo. Este último no es más que una forma de resiliencia con la que canalizamos todos los efectos negativos de los estados de nerviosismo e intranquilidad, para convertirlos en una ansiedad positiva, dirigiendo la angustia hacia una acción motivadora.
En teoría, lo que ocurre con la ansiedad positiva, es que, al estar preocupados por ocuparnos de aquello que recibe nuestra atención, concentramos la energía en la búsqueda de soluciones para cumplir las metas. De hecho, según lo planteado en la investigación, se afirma que las personas con ansiedad positiva suelen obtener mejores calificaciones y son puntuales en cuanto a los tiempos de entregas.
Desde luego, aunque los resultados de este estudio muestren un lado de la ansiedad que puede ser de beneficio en lo laboral y lo académico, es importante tratar el problema si se convierte en una constante, ya que la salud puede verse comprometida.
Si eres una persona naturalmente ansiosa, prueba con hacer ejercicios cardiovasculares o yoga para liberar endorfinas y propiciar la relajación. También respirar lentamente ayuda a las personas con crisis ansiosas a calmarse y atenuar la hiperventilación.
Procrastinar no es lo primero que se cruza en la mente en circunstancias en las que no disponemos de tiempo para ‘distracciones’. Pero las estimulaciones sensoriales son un alivio cuando el estrés nos lleva al punto de colapso. Ver programas de televisión de temáticas ligeras o la serie de tu preferencia, así sea por breves momentos, es aconsejable para aliviar las tensiones que produce la ansiedad. ¿Qué opinas?
¿Sufres de ansiedad? quizá te interese leer estos artículos: