La mayoría de nosotros conocemos a los Amish por las películas y miramos a este grupo de cristianos anabaptistas con curiosidad y cierta admiración por la obstinada defensa de su ancestral forma de vida. Sin embargo y a pesar de que ahora algunas comunidades han relajado algo algunas de sus normas y, por ejemplo, permiten a los jóvenes salir durante un tiempo de sus comunidades antes de ser bautizados, muchas de las leyes en las que se basan son muy duras y algunas casi inhumanas. Acompáñanos a conocer 5 terribles normas de los amish.
5 Normas de los amish
1. Si dejas la comunidad rompes todos los lazos
A pesar de que algunos grupos amish durante la «rumspringa», el periodo de la adolescencia antes del bautizo y de entrar como adultos en la comunidad, permiten que los jóvenes salgan al mundo exterior, son pocos los que deciden no volver. El motivo es la norma que impone que todo aquel que abandona el grupo no puede volver, excepto por causas absolutamente excepcionales. Han de cortar toda relación con su familia y amigos y desenvolverse en un mundo para el que no han sido educados y preparados. Únicamente poseen una escolarización básica y prácticamente no conocen a nadie en el exterior. En estas circunstancias, la mayoría decide quedarse.
2. No realizan pruebas genéticas
En su creencia de que las personas se unen porque Dios así lo dispone, no realizan pruebas de consanguinidad y en cada generación aumentan los casos de enfermedades genéticas. La mayoría de los 50.000 amish que viven en el condado de Lancaster actualmente descienden de 80 emigrantes originales. En este enlace podéis leer un estudio llevado a cabo en esa zona de EE.UU. sobre las enfermedades hereditarias que lamentablemente padecen los amish debido a que comparten mucho material genético.
3. Las mujeres no reciben educación sexual
La posición de la mujer en la comunidad ha permanecido inalterable. Se las educa para que sean sumisas y se les da conocimientos básicos de cultura general y ninguna educación sexual. Esta norma se traduce, en algunos casos, en violencia y abusos hacia las mujeres que no tienen siquiera las palabras para explicar lo que les ha pasado.
Además, en muchos delitos de violencia sexual se considera culpable a la mujer por no haber orado lo suficiente o no haber luchado más.
4. Normas para pelo y cabello
Estas normas no pasan de ser mera curiosidad. Las mujeres no se cortan el cabello ni se depilan y los hombres, una vez casados, deben dejarse la barba, pero nunca el bigote. Éste se considera en las comunidades amish, desde principios del siglo XIX, un signo de riqueza o de militarización, por lo que fue prohibido.
5. Las muñecas no deben tener rostro
Las muñecas de niñas y niños, en la mayoría de las comunidades amish, no tienen cara. Su aspecto es un poco siniestro, pero su grupo así lo exige. Esta norma parece tener diversos orígenes, para unos se basa en la creencia de que todos somos iguales ante los ojos de Dios, para otros en que Dios es el único que puede crear a un ser humano y los hombres no deben hacer ni siquiera imágenes o piensan que dibujar un rostro en una muñeca incita a la vanidad. A pesar de esta carencia, las muñecas/os son muy apreciadas por los niños amish que tienen acceso a muy pocos juguetes.
¿Qué te han parecido estas normas de los amish? ¿Las conocías? Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer: