Hans Christian Andersen legó a la posteridad un gran número de cuentos que han deleitado a muchas generaciones de niños. Lo mismo que los relatos de los hermanos Grimm, Andersen en muchas ocasiones se inspiró en hechos reales para crear sus historias. Una de ellas, sin embargo, refleja algo más que acontecimientos del pasado o sucesos de los que tenía noticia, Andersen se inspiró en su propia vida para crear El Patito Feo.
Andersen y El Patito Feo
Hans Christian Andersen nació en Odense, Dinamarca, el 2 de abril de 1805. Hijo de un zapatero y una lavandera, vivió su niñez rodeado de una extrema pobreza, de tal manera que en ocasiones se vio obligado a mendigar y no tuvo otro cobijo que un puente. Sin embargo, el poeta y escritor creía que no era hijo de su padre, sino que era el vástago ilegítimo del príncipe Christian Frederik que más tarde sería coronado como Christian VIII de Dinamarca.
Si recordáis el cuento, un huevo de cisne va a parar entre los huevos puestos por una pata. Cuando nacen los patitos hay uno que es feo, desgarbado y su graznido estridente. Todos lo desprecian y sufre el acoso de sus hermanos y otros habitantes de la granja, por lo que huye. Tras varias peripecias con distintos personajes, regresa al lugar en que nació y al acercarse al lago cercano a su casa ve unos cisnes. Temeroso de que lo ataquen, nota con asombro que lo acarician con sus picos y en ese momento ve un reflejo en el agua, él mismo se ha convertido en un hermoso cisne.
Andersen era un muchacho feo y desgarbado, con una enorme nariz y unos grandes pies, que prácticamente no tuvo amigos en su niñez y sufrió acoso durante años. Incluso en su juventud, fue rechazado como cantante de ópera y artista teatral, siendo objeto de burla por parte de sus compañeros. Sin embargo, finalmente logra triunfar como escritor y alzar el vuelo muy por encima de los que se habían reído de él.
El cuento del patito feo sería una metáfora de su propia vida. Un polluelo de cisne criado entre patos. Los historiadores creen que antes de escribir el cuento, el autor encontró algo que le hizo pensar que era de sangre real. La metáfora no sólo se aplica al hecho de que al crecer pudo hacer brillar su belleza interior y su extraordinario talento, sino que explica que él pertenecía a un linaje superior, era hijo de un rey.
Si se analiza el cuento en profundidad es fácil ver que el patito no es un héroe a la antigua usanza, realmente no realiza ninguna noble acción ni supera ninguna prueba como hacen los héroes de los cuentos. No lo necesita, el patito feo es superior porque es de otro linaje, de una raza diferente a los vulgares patos de corral entre los que se crió y que lo maltrataron. Es su naturaleza la que le confiere la belleza y la superioridad.
Andersen, quiso ser cantante de ópera y actor, pero triunfó como escritor y poeta, siendo sus libros de cuentos de hadas los que le llevaron a alcanzar la fama. Murió en Copenhague el 4 de agosto de 1875.
Que Andersen se inspiró en su propia vida para crear el Patito Feo no es una invención de historiadores y estudiosos de la literatura, lo confesó el mismo. En una ocasión el crítico Georg Brandes le preguntó si tenía pensado escribir su autobiografía, Andersen le contestó que ya había escrito «El patito feo».
Si te interesan los cuentos y quieres saber el origen de algunos más, te invitamos a leer los siguientes artículos:
–La historia de la esclava Ródope, el origen egipcio de la Cenicienta
–La verdadera historia tras el cuento de El Flautista de Hamelín