Si cuando eras niño tuviste un amigo imaginario, quizás estés disfrutando sin saberlo de los beneficios de su pasada amistad. Y si ya tienes hijos, sobrinos, primos pequeños… y resulta que uno de ellos tiene un fuerte vínculo con un ser que sólo está en su mente, no te preocupes: ¡Tiene su lado positivo!
Estos son algunos de los beneficios de tener un amigo imaginario
Los amigos imaginarios son compañeros de infancia bastante comunes. De hecho, según un estudio de 2004, alrededor del 65 por ciento de los niños tenían un amigo imaginario a la edad de 7 años. Aunque hubo un tiempo en que los padres veían esta situación como algo preocupante, si no perturbador, en las últimas décadas se han hecho grandes avances y se ha determinado que este comportamiento es simplemente una consecuencia de una imaginación creativa, una invención que será parte de la personalidad del niño, incluso cuando ya no recuerde a su amigo inventado.
Además de explicar que los amigos imaginarios son el resultado de una mente imaginativa, este estudio demostró que niños con todo tipo de personalidades tenían compañeros imaginarios, por lo que su presencia no debería considerarse una señal de alarma.
En un estudio más reciente, de 2013, publicado en el en el Journal of Experimental Child Psychology, los investigadores determinaron que los niños que tienen amigos imaginarios podrían estar más preparados para establecer y lidiar con las relaciones reales más adelante en su vida, principalmente porque los amigos imaginarios tuvieron un impacto positivo en el «discurso» de un niño, es decir cuando habla con su amigo mejora sus habilidades cognitivas.
Por supuesto, es justo aclarar que esto no implica que todos los niños que serán adultos inteligentes creen en su mente amigos imaginarios ni que sólo los niños altamente capacitados los tengan. La ausencia de un amigo imaginario no determina nada acerca de las habilidades intelectuales del niño.
Así que no debes alarmarte si oíste a tu pequeño hablar con alguien que tú no podías ver, ya que, de acuerdo con los expertos, tener un amigo imaginario es perfectamente normal y puede incluso tener algunos beneficios importantes, tanto sociales como cognitivos, para tu hijo.
Algunos ejemplos de esos beneficios:
– Tener un amigo imaginario podría mejorar las habilidades de conversación de tu hijo, pues los niños con amigos imaginarios tienden a usar oraciones más complejas y tienen un vocabulario más amplio que aquellos sin un compañero inventado.
– Siempre tiene alguien con quién jugar. Los amigos imaginarios suelen estar disponibles 24/7, así que la sensación de soledad es mucho menor.
– Aunque un amigo imaginario no es real, la interacción entre un niño y su amigo de fantasía le permite tener discusiones en dos sentidos, lo que podría ayudarlo a ser más empático y comprender mejor las emociones de otra persona. Se pone, literalmente, en la piel de otro sin que tú tengas que enseñárselo expresamente.
– Mientras tenga a este amigo ficticio, siempre tendrá a alguien a su lado para apoyarlo.
Ahora ya ves que no debes tener miedo o pensar que ese pequeño es «distinto» por tener un amigo imaginario, es algo positivo y pasajero que mejorará sus habilidades. Si no lo tiene, no te preocupes tampoco, ¡su creatividad estará dirigida a otros campos!
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