Hoy en día es común escuchar que las personas digan que muchas cosas eran mejores en el pasado; añoran los viejos tiempos en donde de alguna manera se “vivía mejor”, pero en realidad aquellos “buenos tiempos” tenían bastantes carencias y, en general, no son muy diferentes a lo que vivimos actualmente. Temas como la moral y la seguridad para proteger nuestras vidas son de las cosas que más ha cambiado, pero si analizamos cómo era vivir en el siglo XIX; descubriremos que la vida era frágil y difícil, incluso para el más fuerte, y la muerte estaba siempre en cada esquina.
Lo peor de vivir en el siglo XIX. ¿Seguro que te gustaría vivir en el pasado?
Algo que no se puede negar es que hoy en día las regulaciones y leyes en el lugar de trabajo permiten tener mayor seguridad al llevar a cabo cualquier tipo de operación, en especial aquellas que requieren el uso de maquinaria complicada de manejar. En el pasado ocurrían muchos accidentes debido a cosas tan simples como usar ropa inadecuada o la falta de barreras de seguridad, las personas eran mutiladas e incluso morían con frecuencia.
La salud también era un tema muy complicado; las personas podían morir incluso por la enfermedad más leve, debido a la falta de higiene y de tratamientos adecuados. El tétanos, por ejemplo, se cobró millones de vidas y torturó a muchos a su paso. Si tocabas algún material contaminado, ya era casi seguro que ibas a morir. Espeluznante, ¿verdad?
En temas de moral, antiguamente se tenía menos piedad con los animales; por ejemplo, se consideraba saludable y natural que los niños los trataran de manera brusca y con frialdad, y que ahogarlos, torturarlos y colgarlos de los árboles era algo normal, ya que así se mostraba la falta de piedad de la naturaleza. Las ardillas, ranas, ardillas, los perros y los gatos eran los que más sufrían.
Hoy en día tenemos muchas leyes que ayudan a proteger la naturaleza y se lucha más por defender los derechos de aquellos que no pueden hablar. En definitiva, empatizamos más con ellos.
Con los bebés tampoco se tenía piedad; el infanticidio era muy común para aquellas criaturas no deseadas, y los cuerpos aparecían por doquier en tierra y en el agua. Por ejemplo, algunos eran metidos en cajas y arrojados en algún lugar para que se ahogaran.
¿Sabías que también era común usar cosas hechas con piel humana? Al vivir en el siglo XIX era bastante común tomar los cuerpos de las personas más pobres, los cuales no eran reclamados por nadie, para elaborar diferentes artículos. La mayoría de los cuerpos eran usados por quienes estudiaban medicina y luego ellos vendían la piel a curtidores y joyeros. La piel humana era muy demandada y la oferta era limitada, por lo que se vendía a un precio elevado. ¿Llevarías unos guantes de piel humana?
Con respecto a la diversión, está más que claro que hoy en día las opciones son casi infinitas; ir a cine, a bailar, a algún buen restaurante con amigos, viajar, ir a centros comerciales, etc. Es algo que vemos como parte de nuestra vida cotidiana, pero en el pasado divertiste o darse un gusto disfrutando de algo que a uno le gustaba era algo reservado para quienes tenían mucho dinero. Era un lujo, pues en la vida se trabajaba para sobrevivir y no más, así que si algún día te sientes aburrido y sin saber qué hacer recuerda que tienes a tu disposición un mundo de posibilidades, muchas más que hace apenas un par de siglos.
Si en general la diversión era poca, ser mujer te quitaba más puntos. Para una mujer, vivir en el siglo XIX suponía desigualdad de género y una terrible falta de educación, libertad de expresión y derechos; las mujeres no podían tener una casa, dar su firma en documentos importantes e incluso divorciarse.
Vivir en el siglo XIX no era fácil. ¿Todavía piensas que era mejor vivir en el pasado? ¿Conoces más desventajas de esta época? No dejes de ver: La Anorexia en el siglo XIX. ¿Era un problema común?