Cuando sonreímos o cuando hablamos mostramos nuestra dentadura y a todos nos preocupa que luzca lo mejor posible. Visitamos al dentista si creemos que algo no va bien y procuramos que nuestra higiene dental sea lo más esmerada posible para que nuestra sonrisa luzca lo más perfecta posible. Sin embargo, a veces sin saberlo, realizamos actos que no son beneficiosos en absoluto y pueden conducirnos a la silla del dentista. Acompáñanos a conocer 4 Acciones muy habituales que perjudican tus dientes.
4 Acciones que perjudican tus dientes
Es muy posible que tengas alguno de estos hábitos y que nunca hayas pensado que podrían perjudicar tu dentición, es más, seguramente realizando el nº 1 creías que hacías algo positivo.
1. Después de comer cepillarse los dientes antes de 20/30 minutos
Mucha gente corre a lavarse los dientes tras haber comido. Esta acción que en principio parece correcta, no lo es si lo que se ha consumido son alimentos o bebidas con un alto contenido ácido (jugos cítricos, bebidas gaseosas, vino…). El diente, por acción del ácido, inmediatamente pierde calcio y el esmalte queda más blando, si lo cepillamos en ese momento lo dañaremos. Sin embargo, si esperamos entre 20 minutos y media hora, el ácido queda neutralizado y el calcio vuelve a integrarse en el esmalte; entonces es el momento de cepillarse sin peligro.
2. La natación en piscina
No hay que alarmarse. El cloro que se utiliza en el tratamiento del agua de las piscinas puede ser perjudicial para el esmalte dental, pero únicamente para los profesionales que pasan en el agua entre 5 y 6 horas diarias.
En estos casos los especialistas recomiendan utilizar una pasta fluorada y hacer enjuagues con un colutorio con flúor una vez a la semana.
3. Usar los dientes como si fueran un utensilio
Muchas personas tienen el hábito de utilizar los dientes como si fueran herramientas, ya sea para abrir botellas o frascos, cortar hilos cuando se está cosiendo o rasgar envoltorios o envases de papel, cartón o plástico. Esta acción puede provocar fisuras o fracturas pequeñas que nos pasen desapercibidas y que a la larga se pueden convertir en problemas mayores.
4. Masticar hielo
Masticar el hielo que queda en los vasos es una costumbre que tiene mucha gente. En algunos casos se llega a convertir en adicción o en un trastorno de pica. Aunque parezca una afición inofensiva tiene una grave repercusión en la salud bucodental, ya que puede causar daños tanto a los dientes como a las encías. El mascar hielo con frecuencia acarrea dientes agrietados y astillados, puede dañar el esmalte dental y los empastes o coronas que tengamos y dejar nuestros dientes y encías más sensibles a los cambios de temperatura.
Además de estos cuatro hábitos que perjudican tus dientes, los dentistas aconsejan para cuidar la dentadura no morderse las uñas y cepillar correctamente tanto los dientes como la lengua. Si te ha interesado este post, quizá quieras leer:
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