Tendemos a pensar que hay cosas que son nuevas cuando en realidad todo está inventado, pero si ya descubriste con nosotros cómo era la higiene en el Antiguo Egipto y que ya entonces usaban una especie de desodorante, serás consciente de que no siempre es así. A veces, incluso lo que nos parece más revolucionario o moderno, ya existía antiguamente. ¿Te suena el término adelfopoiesis?
Este es uno de los casos en que incluso si eres consciente de que en realidad ya se ha ideado todo, estamos seguros de que te sorprenderá. Vamos a explicarte lo que es la Adelfopoiesis: a grandes rasgos, eran bodas entre personas del mismo sexo en la época medieval y ¡en la Iglesia! Inesperado, ¿verdad? Parece que en este aspecto habían avanzado más que nosotros, pero ¿era un matrimonio? ¿Cómo funcionaba la adelfopoiesis? ¡Averigüemos un poco más!
Adelfopoiesis, bodas entre personas del mismo sexo durante el medievo y en la Iglesia
El término adelfopoiesis viene del griego y significa «hacer hermanos». Era en realidad una ceremonia en la que se unían dos personas del mismo sexo, generalmente varones, para una convivencia que en principio se pensaba fraternal, pero que al parecer camuflaba en muchos casos una relación íntima y profunda. Eran dos personas que se unían en un matrimonio verdadero. Este rito se dio en la Edad Media y principio de la Edad Moderna en varias iglesias cristianas, especialmente en Oriente.
El ritual que se seguía es descrito por el teólogo ortodoxo Pável Florenski en su libro del año 1914 » La columna y el fundamento de la Verdad. Ensayo de teodicea ortodoxa en doce cartas», tomados de unos escritos bizantinos del siglo IX. Explica Florenski que no se trataba de amor erótico, sino de una unión de almas, una unión espiritual para seguir mejor, conjuntamente, las enseñanzas de Cristo. Actualmente se cree que posibilitaban la unión, en todos los sentidos, de dos personas del mismo sexo.
¿En qué consistía el ritual de la adelfopoiesis?
En el ritual se colocaban los «hermanos» ante el atril, en la iglesia, el mayor de los dos a la derecha, se leían textos ejemplarizantes y se recitaban oraciones. En segundo lugar se unía a los dos miembros de la pareja con un cinturón y se le daba a cada uno una vela encendida.Se les ofrecía como regalo una copa para los dos. Se recitaban más letanías y se leían lecturas del Nuevo Testamento. Después de un Padrenuestro se daban la mano y giraban alrededor del atril.
Para finalizar había un intercambio de besos y unos cánticos. No era necesaria la presencia de un sacerdote y, en algunos casos, se obviaba la ceremonia y la pareja, simplemente juraba su unión ante el altar de su iglesia y en la puerta anunciaba a la comunidad que se unían en «adelfopoiesis».
Esta unión era, prácticamente todos los sentidos, igual a un matrimonio y entre otras cosas les permitía heredar uno de otro. También contemplaba el hecho de poder ser enterrados juntos. Así se explica la existencia de un conjunto de tumbas medievales con dos nombres de varón en Inglaterra e Irlanda. El historiador John Boswell encontró en los Archivos Vaticanos 80 manuscritos originales de la celebración de estas bodas entre personas del mismo sexo. En ellas se nombran como protectores de estas uniones a San Sergio y San Baco, mártires, que estuvieron unidos por una relación adelfopoiética.
Críticas a las conclusiones sobre la Adelfopoiesis
Este ritual tomó popularidad gracias al historiador de Yale, John Boswell, autor del libro: «Las bodas de la semejanza. Uniones entre personas del mismo sexo en la Europa premoderna» (puedes encontrarlo en inglés en [easyazon_link identifier=»0679751645″ locale=»ES» tag=»supercurioso07-21″]Amazon[/easyazon_link]). Su interpretación de la unión creada a partir de la adelfopoiesis como un matrimonio, aunque tuvo muchos apoyos, no fue bien recibida por algunos historiadores, entre ellos Claudia Rapp y Stefano Parenti, además de dentro de comunidades religiosas como la Iglesia Ortodoxa de Grecia.
Según sus detractores, el vínculo de la adelfopoiesis se parecía más a crear «hermanos» que un «matrimonio» y muchas veces tenía como objetivo ser la base de pactos irrompibles entre líderes de naciones y/o religiosos. Era una alternativa a ser «hermanos de sangre», a hacer un pacto de sangre, pues al ser un rito pagano estaba prohibido por la Iglesia de entonces. Esto implicaría que no existía una connotación sexual ni romántica.
Por supuesto, hay quienes creen que estas críticas surgen de la homofobia y de la incapacidad de aceptar que pudo existir una práctica realizada por la Iglesia que permitía y apoyaba uniones entre personas del mismo sexo.
Es posible que nunca lleguemos a saber con seguridad cuál es la lectura correcta, pues los textos pueden interpretarse de distintos modos y el prisma desde el cual lo observamos afecta en sobremanera a cómo recibimos su mensaje. ¿Qué opinas tú?
¿Habías oído hablar antes de este tipo de unión? Si te ha interesado este artículo, quizá quieras conocer cómo era la vida íntima de las personas, incluso dentro del matrimonio en la Edad Media.
Imagen: Sailko