Sandías cuadradas. El ingenio y los retos en materia vegetal parecen no tener límite y, a veces, tampoco ética si hablamos, por ejemplo, de la experimentación con animales. Seguro que recuerdas la curiosa variedad de pollos 100% negros de los que ya te hablamos en nuestro espacio.
Pero ¿qué te parecen estas sandías cuadradas? ¿las ves atractivas, las comprarías? Pues antes que nada hemos de decirte que su precio es tan desmesurado que tendrás bastante con verlas expuestas en los mercados. En Japón se venden a unos 100 dólares la pieza como media, también en Panamá llegaron a cultivarlas para exportarlas a Europa. Un capricho que tuvo su origen en el país del Sol creciente y que va obteniendo su éxito en varios mercados, como el ruso, por ejemplo.
Hoy, te invitamos a conocer un poco más el origen de las curiosas sandías cuadradas
Los japoneses y las sandías cuadradas
Pero ¿cuál es el secreto? ¿Se trata tal vez de unas peculiares semillas mutantes, o unos híbridos creados en laboratorio? Como ya sospecharás se trata de algo más sencillo. Un molde. Se dice que el invento en sí partió de un ingenioso agricultor de la isla de Shikoku que elaboró una estructura cuadrada en la cuál, introducía la fruta en sí para que, a medida que crecía fuera adquiriendo dicha forma.
Seguro que de algún modo, esta técnica te recuerda a su vez a esa antigua tradición oriental en la cual, se calzaba a las niñas unas cintas y unos zapatos específicos para que sus pies fueran siempre menudos. Puesto que unos pies pequeños eran símbolo de belleza y feminidad. Pero ¿qué significado tiene el consumir una sandía cuadrada? ¿encierra tal vez alguna propiedad dentro de la cultura nipona? En absoluto. Es simple márketing, un modo de abrir nuevos mercados.
La venta de sandías cuadradas empezó en Osaka y Tokio, para después distribuirse en el extranjero, siendo el mercado ruso uno de sus máximos clientes. Como ya se sabe, existen clientes rusos con buena disposición económica que adora este tipo de excentricidades. Por lo que algo tan ornamental, desafiante y original se alza como un buen reclamo por el que vale la pena pagar de media unos 100 dólares por pieza.
Cabe decir también que estas sandías de origen nipón, no se comen. Son simples objetos de decoración. En cambio en otros países sí se suelen consumir, teniendo normalmente el mismo sabor. Aunque en Japón, es tradición que se utilicen exclusivamente como objeto de regalo. Un artículo de lujo solo apto para los más ricos bolsillos que deseen ofrecer un obsequio original a la pareja o a la familia.
¿Qué opinión tienes al respecto de estas «sandías cuadradas»?
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