Aunque pueda parecer que fueron polos opuestos, Harry Houdini y Sir Arthur Conan Doyle encontraron suficiente en común para cultivar una extraordinaria amistad. A pesar de sus diferencias, estos famosos personajes de la época victoriana desafiaron las creencias convencionales y exploraron juntos lo paranormal. Descubre su historia.
La historia de la amistad entre Houdini y Sir Arthur Conan Doyle
El famoso Harry Houdini y Sir Arthur Conan Doyle, el autor de las novelas de detectives más famosas del mundo, tenían más en común de lo que se cree. Ambos eran hombres del espectáculo sobrenatural, el autor creó fascinantes misterios y el escapista era un maestro de hacer lo imposible, posible. Además, ambos tuvieron orígenes humildes en la pobreza, pero lograron alzarse hasta lo más alto de sus carreras.
Y el terreno común que encontraron para construir su relación fue tan extraordinario como lo fueron estos hombres: el espiritualismo.
Cuando Houdini tenía 18 años, a finales de 1800, siguió la fascinación victoriana por todo lo relacionado con los fantasmas, los espíritus y los médiums. Aunque tenía una razón especial.
Devastado por la muerte de su padre, deseaba desesperadamente encontrar la manera de conectarse nuevamente con él. Así que se acercó a muchos espirtistas, pero después de que resultaran ser ineficaces o fraudes obvios, se desilusionó con la práctica.
En 1913, Houdini ya se había establecido como una de las mayores celebridades del mundo y su interés por lo sobrenatural se reavivó con la muerte de su madre. Pero esta vez, cuando buscó el consejo de médiums, lo hizo escépticamente.
Cuando estos médiums fallaron una y otra vez, fue implacable en probar sus farsas.
Sir Arthur Conan Doyle tuvo una experiencia similar. Él también sufrió la pérdida de un ser querido, su hijo, que murió durante la Primera Guerra Mundial, y quería hablar con él nuevamente con la ayuda de espiritistas. Pero mientras Houdini fue decepcionado, Conan Doyle encontró paz. Fue miembro de la Sociedad Británica de Investigación Psíquica y se convirtió en uno de los principales evangelistas de la práctica.
Se conocieron finalmente en 1920. Houdini le envió a Conan Doyle una copia de su libro «El desenmascaramiento” de Robert-Houdin, que desvaba los trucos de varios de los mediums favoritos de Conan Doyle. Pero lejos de descartar al escapista considerándolo un no creyente, Conan Doyle aceptó su escepticismo. Y después de ver a Houdini actuar en Londres, llegó a creer que el hombre mismo era un verdadero mago que solo señalaba a los farsantes por proteger el reino espiritual.
Su amistad se mantuvo durante años, pero en 1922, su relación comenzó una crisis que no superaron.
La esposa de Arthur Conan Doyle, Jean, era una médium practicante, y mientras Houdini y su familia estaban de vacaciones en Atlantic City con la familia de Conan Doyle, ella le ofreció una sesión privada al mago.
Esto resultó un desastre. Jean utilizaba una técnica llamada «escritura automática», en la que los muertos escriben un mensaje a través de la mano de los vivos. Entonces, Jean entregó a Houdini páginas llenas de texto provenientes de su madre, pero escritos en inglés, el cual su madre apenas entendía. También adornó su papel con una gran cruz, a pesar de ser devotamente judía, y no mencionó el hecho de que ese día era su cumpleaños.
Houdini se sintió profundamente dolido y decepcionado pero decidió dejar pasar el episodio. Sin embargo, más tarde, escribió un artículo en el que reafirmó que nunca había presenciado una comunicación verdadera con el más allá. Conan Doyle, dándose por aludido, se enfureció y la relación entre los dos nunca se recuperó.
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Imágenes: UTexas