La aparición del Internet nos ha hecho la vida verdaderamente fácil en algunos aspectos. Sobre todo cuando tenemos la posibilidad de pagar por productos y servicios sin tener que movernos de casa. Por otro lado, también les ha puesto a la orden del día a adolescentes y adultos el acceso fácil y rápido a una amplia gama de páginas pornográficas.
La web es una auténtica tienda de golosinas para los consumidores de este tipo de material. No faltan portales que desplieguen contenido XXX sin costo alguno, tampoco quienes inviertan unas cuantas horas diarias o semanales para visitarlos.
Ante tanta demanda, un equipo de investigadores escaneó cómo se comportan los individuos, internamente, al visualizar pornografía… y si perteneces a este grupo de usuarios, quizá te interese saber de qué manera ver porno afecta al cerebro, según el estudio científico publicado en el diario JAMA Psychiatry.
No te quedarás ciego, pero así es como ver porno afecta al cerebro
Especialistas del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, en Berlín, reclutaron a 64 hombres saludables, en edades comprendidas entre 21 a 45 años. Los cuales, la mayoría, confesaron en un cuestionario que pasaban alrededor de cuatro horas por semana viendo material pornográfico.
Partiendo de esta premisa, los investigadores escanearon los cerebros de los participantes, mediante resonancias magnéticas, mientras observaban imágenes sexualmente explícitas y otras neutrales. El equipo de expertos notó que cuando los hombres visualizaban fotografías pornográficas, se producían variaciones negativas en regiones específicas de la materia gris.
En el informe publicado en el diario JAMA Psychiatry detallan que existe un vínculo entre el tiempo de exposición al material sexual con cambios de volumen en el caudado derecho del cuerpo estriado, parte del cerebro encargado de procesar la motivación. Según las resonancias magnéticas, las funciones de esta zona disminuían a efectos de la pornografía.
Pornografía vs. Sexo
El Dr. Simone Kühn, miembro del equipo de investigación, explica que esta estructura perteneciente al sistema de recompensa, es más pequeña en personas que sufren de adicción a las películas porno. Como resultado, el individuo necesitará estímulos mucho más intensos y frecuentes para poder activar esta fracción del cerebro, lo cual suele conducirlos a ver más pornografía por considerarla mucho más recompensante que el sexo.
Daniel Simmons, un chico de 22 años, esclarece con su testimonio aún más el panorama sobre las implicaciones de la adicción al material «solo para adultos» en la disminución de las funciones del cuerpo estriado:
“No podía mantener una erección con mi novia o en cambio eran muy débiles. Durante mi adicción al porno era asexual. Tal vez era sexual con la pornografía, pero no con los seres humanos.”
Miles de personas han compartido historias similares a la de Simmons, en foros como NoFap, que reafirman las asociones de la inapetencia sexual con el consumo frecuente de pornografía. Sin embargo, los científicos consideran que deben realizar otras investigaciones, con metodologías más rigurosas, para comprobar con mayor eficacia las consecuencias de cómo ver porno afecta al cerebro. Se tratarían de estudios con un rango superior de tiempo de observación para medir con mejor precisión su impacto en la masa gris.
Todavía hay mucho camino por recorrer para llegar a conclusiones más concretas, pero ¿crees que los resultados futuros serán incluso más complejos que los que describen este estudio? ¿Será la pornografía realmente la causante de todas estas alteraciones cerebrales? ¡Cuéntanos qué opinas!
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